14 DE JUNIO DE 2010

LA GACETA DE INTERECONOMIA

Que Bono no se esconda

El presidente del Congreso y tercera autoridad del Estado ha abandonado sus habituales tácticas de divismo –llegar tarde a los sitios; arrastrar a la prensa consigo o llamar la atención con sus declaraciones.

¿Dónde está José Bono? O mejor dicho, ¿por qué se esconde José Bono? El presidente del Congreso y tercera autoridad del Estado ha abandonado sus habituales tácticas de divismo –llegar tarde a los sitios; arrastrar a la prensa consigo; llamar la atención con sus declaraciones- para pasar a un repliegue estratégico con el que busca disimular su presencia a ojos de la opinión pública que le reclama explicaciones y también a ojos de unos compañeros de partido que sienten no pocas sospechas sobre los medios empleados por José Bono para su enriquecimiento personal. Las ausencias y silencios del presidente del Congreso –obviamente inquieto por las revelaciones en torno al llamado caso Bono- son tanto más llamativos cuanto que, por su puesto institucional, es hombre que debe tener una presencia pública continuada y que por su propio carácter, gusta de estar bajo los focos.
Por lo demás, esa voluntad de desaparecer que está manifestando Bono en las últimas semanas, ocurre cuando los socialistas de ayer y de hoy, incluyendo viejas glorias como Felipe González y Alfonso Guerra, están saliendo a la palestra más que nunca, tanto para hacer piña con el Gobierno de Zapatero como para poner en valor el legado de Pablo Iglesias, ahora que se cumplen los cien años del momento en que el fundador del PSOE –y político difícilmente empeorable– logró su acta de diputado.
A medio camino entre el no exponerse por miedo y la posibilidad de hacerse el mártir y maniobrar en la sombra, Bono ha perdido no pocas ocasiones de dar la cara estos días. Pero el presidente del Congreso, que se ha resistido a dar las explicaciones pertinentes sobre su sorprendente incremento patrimonial, ha optado simplemente por no tener ocasión de hablar en público, quizá para que no le mienten la bicha de su patrimonio. En la celebración de los cien años de presencia parlamentaria del PSOE, Guerra –archienemigo de Bono desde tiempos del felipismo- le mandó un mensaje a Bono tan sutil como maligno, alabando la “austeridad” de la tradición socialista. Fue una buena venganza contra un Bono que hoy ocupa el puesto que Guerra creyó que le correspondía a él. Más clamoroso ha sido, sin embargo, el mutis por el foro que ha hecho Bono en una circunstancia tan propicia para la pompa institucional como es la celebración conjunta entre España y Portugal del acceso de ambos países a la Unión Europea, celebración doble por haber tenido lugar tanto en Madrid como en Lisboa. ¿Qué mejor ocasión para que el presidente del más importante órgano del poder legislativo apareciera en público? ¿O será que alguien le ha dicho a José Bono que no hable?
Lo cierto es que cada vez que Bono ha abierto la boca, no ha hecho sino agravar su situación y alimentar las sospechas por su recurso a la mentira, pero no se explica que Bono no hable cuando su íntimo Felipe González, que no tiene por qué hablar, ha producido esta semana una borrasca de declaraciones.
Ni mentiras, ni silencio: lo que se le exige a José Bono es que hable y se explique. Lo exige, con contundencia y responsabilidad, el Partido Popular. Lo exige una opinión pública que necesita la verdad, la publique LA GACETA o la digan Agamenón o su porquero. Lo exige la salud de un sistema institucional que, con el culpable desdén de la Fiscalía de Conde-Pumpido, se está pervirtiendo a marchas forzadas. Y lo debería exigir la Comisión del Estatuto del Diputado, dirigida por el ladino diputado del PSC Francesc Vallès, que ha de perder toda credibilidad institucional si no investiga un caso Bono que no es sino uno de esos casos de libro para los que dicha comisión fue creada.

Bono prefirió ir a la boda de un patrocinador antes que al aniversario de adhesión a la UE

Al entrar a la iglesia el público le reprochó su apoyo a la Ley del Aborto

El presidente del Congreso, José Bono, no tuvo tiempo para asistir anteayer al acto de conmemoración de los 25 años de adhesión la Unión Europea, celebrado en el Palacio Real. Al acto asistieron, entre otras autoridades nacionales y autonómicas, el Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía, que estuvieron acompañados por los Príncipes de Asturias, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ex presidente del Gobierno Felipe González. No faltaron el primer ministro de Portugal, José Sócrates, y el presidente de la Comisión Europea , José Manuel Durao Barroso. Sin embargo, quien ejerce como tercera magistratura del Estado no se dejó ver por el Salón de Columnas del Palacio, lo cual provocó que fuera de uno de los temas más comentados en los corrillos.
Y es que en la víspera, el ex ministro había desfilado, entrada la tarde, junto a su esposa, Ana Rodríguez, por la alfombra roja que conducía a la basílica de la Virgen de Lledó de Castellón. El día de antes, Bono ya no se quedó hasta la conclusión de las jornadas por el centenario del Grupo Socialista en el Parlamento. Sólo participó al inicio de las mismas y oyó cómo Alfonso Guerra elogiaba, en su presencia, la austeridad del fundador del PSOE, Pablo Iglesias.
En Castellón contrajeron matrimonio el hijo del presidente del Grupo Porcelanosa, Manuel Colonques junior y Cristina Babiloni, psicóloga en el ayuntamiento castellonense de Valle de Alba. El matrimonio Bono fue invitado de una boda a la que asistieron por la amistad que une al presidente del Congreso con el padre del novio, Manuel Colonques, uno de los principales patrocinadores del complejo hípico que el ex titular de Defensa posee en Toledo. Vestida de luminoso naranja, Ana Rodríguez, imagen de la firma de joyería Tous, desfiló del brazo de su esposo causando revuelo entre el público allí congregado para ver de cerca el glamuroso panorama. Importante despliegue policial, incluido.
En medio del ruido que generó su llegada –apenas unos minutos antes de que lo hiciera la novia–, a Bono se le reprochó desde el otro lado de la valla su actitud al votar a favor de la nueva Ley del Aborto. Ya con la ceremonia iniciada hicieron acto de presencia otros rostros famosos. De los más aplaudidos fue el cantante venezolano Carlos Baute, que entró en la iglesia de la mano de su nueva novia, una joven de la que poco ha transcendido aún. El grupo de selectos invitados también lo formaron el ganadero Samuel Flores, el empresario Taquio Alemany, el gerente de Castelló Cultural y presidente en funciones de la Diputación provincial, Francisco Martínez; el ex alcalde José Luis Gimeno o el secretario del Príncipe de Gales, sir Michael Fawcett.
Asimismo, con un retraso de media hora, se pudo recorriendo la explanada de Lledó y causando enorme revuelo Isabel Preysler, imagen, a su vez, de Porcelanosa y reina de las portadas del corazón.
Su marido, el ex ministro socialista de Economía Miguel Boyer no estuvo en la misa nupcial, pues se desplazó directamente al banquete que tuvo lugar en la Cartuja de Santa María, en el municipio valenciano de El Puig.
En Rolls Royce
La orquesta y coro de Helcano interpretaron en el transcurso de la ceremonia las piezas Cantata 147 de Bach, el Ave María de Schubert y la tradicional Salve. Pétalos de rosas blancas y suelta de paloma sorprendieron a los novios a la salida del templo. Desde allí y hasta el recinto del convite se desplazaron en un Rolls Royce descapotable. La lista de invitados que reunió el enlace estuvo cerca de los 500 comensales.
En la misma comunidad autónoma y a apenas 200 kilómetros de distancia posee la familia Bono un apartamento. Ubicado en la playa de Muchavista, en El Campello (Alicante), está valorado en 360.000 euros. El presidente del Congreso obtuvo la cédula de habitabilidad del inmueble el pasado mes de marzo, coincidiendo con la Semana Santa.

EL DIGITAL DE CASTILLA LA MANCHA

TRAS EL INFORME DE LOS SERVICIOS JURÍDICOS

El Congreso se declarará incompetente para investigar a Bono

La Comisión del Estatuto de los Diputados del Congreso, presumiblemente, se declarará incompetente el próximo martes para estudiar el asunto del patrimonio del presidente de la Cámara, José Bono, una vez que reciba el informe encargado a los servicios jurídicos a este respecto.

Hace un mes que la comisión pidió al letrado de este órgano un informe jurídico a fin de verificar si es competente o no para investigar los bienes de Bono, a raíz de la denuncia de un abogado de Murcia que apuntaba un supuesto incremento irregular del patrimonio.

Fuentes parlamentarias han explicado a Efe que, posiblemente, el informe señale que la comisión no es competente para indagar sobre los bienes y propiedades de un diputado.

A falta de conocer el contenido concreto del informe, las mismas fuentes entienden que entre las funciones reservadas a esta comisión en el Reglamento de la Cámara no figura la investigación de las posesiones de los diputados.

"Desajustes patrimoniales"

El asunto llegó a la comisión después de que la Mesa del Congreso le remitiera un escrito presentado en la Cámara por un abogado de Murcia, José Luis Mazón, quien pedía que se investigara el patrimonio del presidente del Congreso.

Después, el PP exigió explicaciones públicas a Bono ante sus supuestos "desajustes patrimoniales", el asunto pasó por la Mesa del Congreso y, tras la insistencia del grupo popular, se acordó llevarlo a la Comisión del Estatuto de los Diputados.

En este tiempo, además, el PP ha presentado una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado, en la que traslada las últimas informaciones publicadas sobre el patrimonio de Bono y reclama la "urgente" intervención en el caso de la Fiscalía Anticorrupción.

Con anterioridad, en concreto los días 29 de abril y 5, 11 y 20 de mayo, el PP registró diversos escritos para reclamar al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que se instruyeran diligencias prejudiciales por parte de la Fiscalía Anticorrupción, como "ha venido haciéndose en todos los casos análogos de supuestas irregularidades patrimoniales de autoridades públicas".

Sin embargo, la Fiscalía respondió la semana pasada que no investigará al presidente del Congreso basándose en "insinuaciones de terceros" -en referencia a las diversas informaciones periodísticas sobre el incremento de su patrimonio- que, además, no le atribuyen ningún hecho presuntamente delictivo.