LA GACETA DE INTERECONOMIA
Beatriz Hoteles reconoce que pagó parte de las obras de la hípica de José Bono
"Nadie nos ha reembolsado esa cantidad", puntualiza en referencia a la familia Bono. La cadena se adjudicó la explotación del Palacio de Congresos de Albacete por 40 años.
En 2009 Francisco Hernando, El Pocero, manifestaba en una entrevista que las obras realizadas en 2004 por una de sus empresas en Hípica Almenara (Toledo), propiedad de la familia Bono, no habían sido pagadas por el ex presidente de Castilla-La Mancha. “Yo no hice las obras para Bono –explicó–; las hice para unos señores que tienen allí unos carteles y una publicidad, que son los que me encargan ese trabajo (…) Y esas empresas, vía ingresos por banco, me pagan esas obras”. A continuación, y respecto a la posibilidad de que José Bono hubieses pagado a los patrocinadores, puntualizaba: “Ni lo sé, ni me importa”.
Francisco Hernando nunca ha identificado qué patrocinadores de Hípica Almenara sufragaron esas obras de mejora. Según ha podido saber LA GACETA, Beatriz Hoteles fue uno de los que sí pagaron parte de esas reformas. En concreto, lo hizo la delegación de la cadena en Toledo.
“Es cierto. Pagamos la parte proporcional que nos correspondía, previa factura”. A la pregunta de si José Bono o la propia Hípica Almenara les reembolsaron el coste de esos trabajos a posteriori, este patrocinador aclara: “No nos fue reintegrada ninguna cantidad”.
Desde el Hotel Beatriz de Toledo explican a este diario que esa “parte proporcional” hace referencia a la construcción de dos vallas: “Cada una tiene un tamaño de 20x 5 metros. La factura de la obra se pagó a la empresa constructora y la exhibición publicitaria se tiene firmada con Hípica Almenara”.
OPINION
'Caso Bono', un salto de caballo
¿Qué explicación se le ocurrirá al político socialista cuando lea las nuevas revelaciones?
En una de sus entrevistas de cámara para justificar su problema, la concedida a El País, el presidente del Congreso terminaba así la poco creíble versión de su radiografía patrimonial: “Más destape es imposible”. A juzgar por la información que hoy aporta LA GACETA, lo que ha asomado hasta ahora del caso Bono es la punta del iceberg.
A la revelación hecha por este periódico de que un constructor, Santamaría, le había pagado a Bono la decoración de dos casas, lo cual implicaba un antes y un después en el affaire, se suma ahora otro salto cualitativo: el do ut des que supone que un patrocinador de la Hípica Almenara le pague una parte de las obras a cambio de... ¿nada? El de la hípica es, nunca mejor dicho, un salto de caballo.
La historia, una suma de irregularidades, es la siguiente: en 2004, siendo Bono presidente de Castilla-La Mancha, Paco El Pocero se encarga de las obras de mejora y ampliación de la hípica, pero como reveló el controvertido constructor hace un año, no es Bono quien le contrata y le paga, sino los anunciantes de la instalación. Uno de ellos, Beatriz Hoteles, se identifica ahora a LA GACETA y afirma que pagó a El Pocero la parte que le tocaba de esa ampliación. Pero añade que nadie le reembolsó esa cantidad. Ni Bono directamente ni a través de Hípica Almenara. Es decir, que trabajó de intermediario para el propietario de Almenara, gratis et amore.
Hay más. A este favor –mientras el presidente del Congreso no se destape un poco más– hay que añadir otro no menos sorprendente: Beatriz Hoteles se encarga de construir y costear de su bolsillo los soportes de sus dos vallas publicitarias de la Hípica, de grandes dimensiones. Un negocio redondo para el propietario de Almenara, que no sólo se ahorra el coste de mejora y ampliación del recinto, sino que además consigue el milagro de que el anunciante que actúa de intermediario se publicite cargando con el coste de las vallas.
El culebrón contiene irregularidades para que la Fiscalía se interese: sin ir más lejos, ¿qué es eso de que sean anunciantes los que contraten obras? Y deja en el aire un imprescindible interrogante: ¿a cambio de qué derrocha tanta generosidad Beatriz Hoteles con José Bono? Sobre todo si lo ponemos en contexto: todo esto ocurre en 2004, el año en que el político socialista dejó la presidencia de Castilla-La Mancha, que había ostentado durante casi 20 años, y entró en el Gobierno de Zapatero como ministro de Defensa. Ya no estamos sólo ante un “oscuro patrimonio” (como dijo el PP) con desajustes entre ingresos y gastos que el presidente del Congreso no ha sido capaz de aclarar, sino ante los supuestos favores que recibe un cargo público, bien de un constructor como Rafael Santamaría con tanta actividad en la comunidad autónoma que aquel presidía, bien de uno de los anunciantes de la hípica de la que su familia es propietaria.
Las nuevas revelaciones deberían acarrear las consecuencias previstas en un Estado de derecho. De una parte, el fiscal no tiene más que leer hoy LA GACETA. Y recordar, por ejemplo, lo que acaba de decir el Supremo sobre los regalos y los cohechos impropios. De otra, consecuencias políticas: son muchos los supuestos favores como para que José Bono se vaya por los cerros de Shangai eludiendo su responsabilidad u ofrezca explicaciones insuficientes, nada convincentes y que se contradicen entre sí, a periodistas elegidos a dedo. La tercera autoridad del Estado debe salir a la palestra para aclarar la batería de preguntas y dudas que rodea a su patrimonio y su relación con constructores, intermediarios y sponsors.
Tampoco debe seguir mirando para otro lado el PSOE, cuya dirección fue tan rápida a la hora de poner de patitas en la calle a Joan Ignasi Pla, su secretario general en Valencia, por un supuesto trato de favor en unas obras de reforma en su casa. Y quien debería ponerse las pilas es un PP algo lento en reaccionar cuando hace unas semanas llevó a la Fiscalía las irregularidades del caso Bono. Hoy dispone de más material para hacer trabajar a Conde-Pumpido.
Ante el salto cualitativo del caso Bono no valen botes de humo inconsistentes como los que viene lanzando el político socialista al decir que le persiguen por razones ideológicas (metiendo en el mismo saco a Garzón). Nadie le acusa de nada. LA GACETA se ha limitado a cumplir con su deber de informar, poniendo el espejo ante documentos (talones o mails como los de Beatriz Hoteles que hoy reproducimos) que dejan en evidencia desajustes patrimoniales o favores inexplicados. Pero tampoco valen aclaraciones que lejos de disipar las dudas las aumentan, como cuando Bono dio a entender que la decoración de su casa de Olías fue un regalo de bautizo, de la mujer del constructor Santamaría, a su hija Sofía. ¿Qué explicación se sacará de la manga ante nuestra edición de hoy? ¿Optará, por fin, por esa transparencia de la que tanto presume?
El catedrático de Derecho Ignacio Sánchez Cámara subrayaba recientemente en LA GACETA que “todo incremento patrimonial del poderoso es, de suyo, sospechoso”. Y añadía que debe ser escrupulosamente justificado. El abecé de la democracia, como sabemos desde Lord Acton. Pero, en este caso, las sospechas se multiplican por dos. Porque estamos hablando de supuesto trato de favor, y quien está en el epicentro no es un político cualquiera, sino el que entonces era presidente de la comunidad autónoma y poco después titular de Defensa. Y ahora, presidente del Congreso. Que cada cual saque sus conclusiones.
Un paseo por la izquierda
Los Bono, entre la amnesia y el peloteo
Jesús Mariñas pelotea a la esposa del presidente del Congreso, que no tiene que justificar ingresos
Después de casi dos meses siguiendo a los Bono, y tras la irrupción de la matriarca del clan con declaraciones en los medios, este Trasgo llega a una conclusión: nos toman por imbéciles. No sólo aquí, a los de LA GACETA, sino, en general, a todo el personal. Hay una evidente actitud de pensar que sus interlocutores, independientemente del pelaje, son retrasados o algo por el estilo. Que no tienen memoria. Uno incluso iría un poco más lejos y diría que los Bono acostumbran a pensarse que sus amnesias no son conocidas por los demás.
Tal vez se piensen que todos somos como Jesús Mariñas, que ayer martes peloteaba a la señora del presidente del Congreso en La Razón. En la última del periódico ‘planetario’, del mismo propietario que aquel que le ha bien remunerado las memorias a su marido Pepe, Ana Rodríguez sacaba a relucir su chulería: “La verdad es que no tengo que justificar ninguno de mis ingresos”. Eso sí, todo dicho con una sonrisa que “no la pierde ante la que están montando”, según el veterano cronista rosa. Aseguraba la esposa de Bono, cuando le mentaban a Federico Jiménez Losantos: “No lo oímos” y “pierde el tiempo”. Respuesta curiosa dentro de su argumentario. Porque no se engañen: los Bono tienen su propio argumentario en este asunto, que mantienen contra viento y marea. En ocasiones, más marea que viento. Lo sorprendente es que para no atender lo que digan ciertos medios sí que levantan bastante el teléfono para vender sus réplicas. Que a estas alturas ya no se cree casi nadie.
SIGUEN LOS PISOS
¿Cómo confiar en un tipo que le vendió mercancía informativa averiada incluso a Pedro J., con el que mantenía una estrecha relación? No es de fiar Bono, el ‘Rey Midas’ de Salobre. De momento, ya le han pillado en otra más: los dos pisos -con dos plazas de garaje- de la madrileña calle Almirante Francisco Moreno no están a nombre de su hija Ana, la ex apoderada de la empresa del ‘tito Rafael’ Santamaría. En realidad, una de las viviendas y otra de las plazas están registradas a nombre de la empresa familiar, Ahorros Familiares Saja, según contaba Juan Luis Galiacho en Extraconfidencial.com donde añadía lo siguiente: “Se da el hecho de que viviendo Ana Bono en este inmueble, la comunidad de vecinos recibió la llamada del propio José Bono en calidad de presidente del Congreso. La tercera autoridad del Estado, nada más y nada menos, quería que se cambiaran los estatutos de la comunidad de vecinos para que se retirara un aparato de aire acondicionado que molestaba a su hija”. A uno esto le recuerda a aquel eslogan del padre Peyton, “Familia que reza unida, permanece unida”, que en el caso de los Bono sería algo así como “Familia que compra pisos unida, permanece unida”.
PERIODISTA DIGITAL.COM
"Además de hipócrita ha demostrado que es tonto"
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Bono recurre a la 'leyenda negra' para justificar su fortuna
Pedro Fernández Barbadillo, 18 de mayo de 2010 a las 13:13
¡Qué empanada mental tiene Pepe Bono en la cabeza! Ahora, el católico anticlerical del Régimen recurre a los tópicos más idiotas de le leyenda negra para justificar su injustificable fortuna.
Es sabido que a Bono lo que gustaría es ser Papa o, mejor aún, Hans Küng. Así escogería los pasajes de los Evangelios y la doctrina más adecuadas a sus gustos, como ya hicieron los reformadores: Lutero, Calvino, Zwinglio... Pero al menos éstos no pretendían engañar a los tontos diciendo que eran católicos.
De Bono ya hemos tenido suficientes pruebas para saber que es el político más corruptor del Régimen porque representa en forma perfecta la hipocresía: se las da de patriota y retira la inscripción de A España servir hasta morir en la Academia de Suboficiales; presume de católico y ataca a la Iglesia. Ahora nos ha demostrado, encima, que es tonto. Él, que estudió en el primer centro universitario de economía que hubo en España desde el siglo XIX, la Universidad de Deusto, ha caído en el tópico más idiota de la leyenda negra: el que culpa al catolicismo del atraso económico y de la pobreza.
En un acto con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, censuró la parábola sobre el camello que pasa por el ojo de una aguja y los ricos. De paso, elogió a Piñera, al que se opusieron los correligionarios chilenos de Bono.
El presidente del Congreso, José Bono, lamentó, en una referencia a Max Weber y su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo, que España no tuviese "la suerte (sic) de los calvinistas y protestantes", confesiones religiosas para las cuales cuando alguien tenía éxito se "les decía que estaban predestinados" mientras que en este país, "el que se predestinaba iba a la hoguera". Añadió que eso sigue ocurriendo "en algunos ámbitos" en los que se sigue acusando a las personas que triunfan en los negocios.
Primera réplica, y más sencilla: aquí, los que arrancaban uñas y pegaban tiros en la nuca a los que tenían éxito fueron los socialistas en los años 30, como le ocurrió al empresario y diputado Marcelino Oreja, asesinado en octubre de 1934 por terorristas del PSOE.
Segunda réplica: ¿ha oído este memo hablar de la Escuela de Salamanca y de que España fue la cuna del pensamiento económico? Los escolásticos españoles, ya desde el siglo XVI, defendieron la propiedad privada, estudiaron la formación de precios y la inflación y combatieron a los malos gobernantes que depreciaban la moneda y subían los impuestos (igualito que ahora). Así los presenta Juan Velarde:
Impresiona cuando gracias a estos impulsos se ha vuelto la vista a esta escuela, la certeza y modernidad de sus conclusiones. Las tres grandes cumbres son Vitoria, Domingo de Soto y Martín de Azpilcueta. Pero no podemos olvidar a Luis de Molina, a Cristobal de Villalón, a Pedro de Valencia, a Luis de Alcalá, a Luis Sala Díaz de la Calle, a Diego de Covarrubias, a Domingo de Ibáñez, por supuesto a Francisco Suárez, así como a Tomás de Mercado, sin dejar a un lado a la Escuela de Chuquisaca, heredera directa de Salamanca, donde se encuentra la raíz, como nos ha probado Oreste Popescu, por primera vez, de la teoría cuantitativa del dinero.
Bono, ¿por qué no fundas tu iglesia de una vez y, de paso, lees un par de libros? Aunque, claro, los mayores responsables de que Bono siga pasando por católicos son los obispos que corren a hacerse fotos con él.
CODA: Ejemplo de hipocresía bonista: su artículo en defensa de Baltasar Garzón. Éste se ha encontrado con un puñal en la espalda sin darse cuenta.
Te fuiste al Juzgado y empezaste a darnos cera. No sé hasta qué punto el cambio de escenario pudo perjudicarte. Tu fugaz paso por la política sin duda te ha marcado. Después vendría el Gal... y el PSOE en la diana.
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EL DIGITAL DE CASTILLA LA MANCHA
CONFIDENCIAL
El amigo constructor de Bono la lió en la región, pero ya no hablan de ello
El Confidencial que ofrecemos a continuación fue publicado en EL DIGITAL el 14 de enero de 2009. Lo hemos recuperado íntegramente por su interés y actualidad y porque ayuda a comprender algunas de las claves de lo que está ocurriendo en torno al presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y sus peligrosas compañías. Aquellos hechos singulares se entienden mejor ahora a la luz de los numerosos datos que se están publicando. Lo más curioso de todo es que en Las Pedroñeras (Cuenca) se han apagado las protestas y no se sabe por qué. Santamaría no sólo tiene importantes intereses inmobiliarios en Castilla-La Mancha. También posee su mayor finca de recreo.
El amigo constructor de Bono la lía en un pueblo de la región
"Preservar para nuestros hijos y nietos lo que hemos heredado de nuestros mayores". Eso era lo que defendía la alcaldesa de la localidad conquense de Las Pedroñeras, Yolanda Picazo, hace apenas un año, cuando sólo era concejal del Grupo Socialista. Picazo promovió y participó en manifestaciones contra el cierre de los caminos públicos de La Veguilla, la finca de 3.000 hectáreas que compró en el año 2006 el constructor Rafael Santamaría, máximo accionista de Reyal Urbis, una de las grandes inmobiliarias españolas, e íntimo del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, a quien le construyó el chalé de Olías del Rey y le coordinó las obras de la Hípica de Toledo.
Santamaría ha conseguido que el Ayuntamiento de Las Pedroñeras firme un convenio por el que el constructor adquiere la propiedad por treinta años de todos los caminos públicos que cruzan la finca, así como del tramo del río Záncara que también la atraviesa. Todo ello a cambio de casi dos millones de euros para el Ayuntamiento, la entrega de 28 hectáreas de terreno para uso y disfrute del municipio, la construcción de un camino perimetral y la habilitación de un sendero ecológico.
Casi nadie en el pueblo se explica cómo se ha llegado a esta situación, aunque muchos intuyen, y lo dicen abiertamente, que el dinero, la influencia y las amistades de Rafael Santamaría le han permitido hacerse con este enclave privilegiado de La Mancha conquense incluyendo en la propiedad los caminos públicos de toda la vida. "Mucho dinero y poca vergüenza" decía la pancarta con la que aparece fotografiada en una manifestación Yolanda Picazo cuando todavía era sólo concejal de la localidad.
Rafael Santamaría, uno de los empresarios de la construcción más fuertes de España -aunque su grupo pasa por momentos muy difíciles- y también con fuertes intereses en el sector de la hostelería, adquirió la finca La Veguilla en el año 2006. Son 3.000 hectáreas a las que ha añadido posteriormente otras dos fincas pequeñas colidantes. Allí ha construido una casa de 400 metros cuadrados de planta y seis pequeños apartamentos adosados, para lo que ha sido necesario arrancar pinos, encinas y otras especies de monte bajo. Cuando derribó los edificios antiguos formó una colosal escombrera en medio de uno de los caminos y sepultó la histórica fuente de La Parra.
Algunos vecinos de La Pedroñeras no daban crédito a lo que sucedía y empezaron a movilizarse a través de la Asociación "En el Ajo", de la que era miembro muy activo Yolanda Picazo, que ya formaba parte del equipo de gobierno de la localidad. En la primavera de 2007 se produce la primera manifestación popular y como consecuencia Rafael Santamaría abre algunos de los caminos que había cerrado. Fue un paso atrás para dar dos adelante. Una internauta, bajo el seudónimo de Yalma, convoca las movilizaciones. Es el nombre con el que rubrica sus firmas Yolanda Picazo y el que figura en su correo electrónico.
Curiosamente, en ese verano de 2007 se nombra pregonero de las fiestas patronales a José Bono, que acude acompañado por su amigo Rafael Santamaría. Y otra curiosidad más, derivada en este caso posiblemente de la influencia de Bono sobre la televisión regional y su director general, Jordi García Candau: Las campanadas de Nochevieja en Castilla-La Mancha Televisión se retransmiten ese año en directo desde la plaza de Las Pedroñeras.
A principios de 2008 se crea la Plataforma para la Defensa de los Caminos Públicos de La Veguilla. El alcalde entonces, Jesús Esteban Iniesta, se muestra favorable a llegar a un acuerdo con el constructor mientras que los concejales Yolanda Picazo y Juan Ortega están en contra. Picazo terminará haciéndose con la alcaldía; Ortega, consecuente con su postura, se marchará del Ayuntamiento. Los principales medios de comunicación locales, antes muy beligerantes, empiezan ahora a cambiar sus mensajes y se posicionan a favor del acuerdo.
Y como si se tratara del pueblo más de moda de Castilla-La Mancha, el Día de la Región, el 31 de mayo de 2008, se celebra también en Las Pedroñeras, con Bono, ya presidente del Congreso de los Diputados, como principal protagonista pues sorprendentemente es él y no el presidente Barreda el que cierra el turno de intervenciones del acto institucional. Al término del acto una señora se acerca a Bono y le pide que interceda para que no cierren los caminos de La Veguilla, pero la responde de forma airada.
En agosto dimite Jesús Esteban Iniesta como alcalde alegando motivos personales y desvinculando su decisión de La Veguilla. Es difícil de creer. La otrora combatiente Yolanda Picazo le sustituye en el cargo y, para asombro de todos, se muestra inmediatamente a favor del acuerdo con Vega del Záncara, la sociedad de Rafael Santamaría. Dice que los intereses generales priman por encima de los suyos propios y aduce que los casi dos millones de euros del constructor servirán para tapar las fuertes deudas del Consistorio.
El 1 de diciembre pasado [2008], en un pleno cargado de tensión y polémica en el que los concejales del PP y numerosos vecinos abandonaron la sala, se aprobó el convenio de colaboración del Ayuntamiento con Rafael Santamaría. La suerte estaba echada, aunque muchos vecinos siguen sin darse por vencidos y creen que todavía se puede poner remedio a la situación. Lo que más les molesta es que el poder y la influencia del megaconstructor se hayan impuesto a la voluntad mayoritaria de los vecinos de Las Pedroñeras, que claman porque los caminos del pueblo sigan siendo libres con el fin, entre otras cosas, de "preservar para nuestros hijos y nietos lo que hemos heredado de nuestros mayores", como defendía la actual alcaldesa antes de serlo.
Se da la circunstancia de que Bono fue en su tiempo un firme defensor de la utilización de los caminos públicos y de su preservación, como demuestra el Decreto Ley que aprobó su Gobierno el 25 de octubre de 1995 sobre la Libre utilización de los caminos y vías de uso público en terrenos sometidos a régimen cinegético especial. El preámbulo dice textualmente: "...mujeres y hombres de nuestra tierra expresan su amor a la naturaleza con la práctica de diversas actividades deportivas o de ocio que tienen como marco los campos y montes de Castilla-La Mancha. Estos ciudadanos exigen y merecen la tutela de sus derechos, sobre todo cuando su ejercicio supone la utilización de bienes públicos como los caminos, veredas y cañadas".
En el mismo decreto se establece que sin perjuicio de lo establecido en la Ley 3/1995 de 23 de marzo, de Vías Pecuarias, "es infracción grave el cerramiento o cercado de terrenos sin autorización, o con incumplimiento de los requisitos establecidos en la misma, que impida o dificulte el libre tránsito por los caminos y vías de uso público".
miércoles, 19 de mayo de 2010
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