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¿Cuadran ingresos y patrimonio?
Entre 1998 y 2004, el matrimonio Bono ingresó 776.454 euros. Entre 2005 y 2009, algo más de 1,3 millones.
Tampoco incluyendo los de su mujer, Ana Rodríguez Mosquera, o los resultados empresariales
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Los ingresos de Bono no explican su patrimonio
Entre 1998 y 2004, el matrimonio percibió 776.454 euros y entre 2005 y 2009, la cantidad se aproxima a 1.325.000 euros
Entre 1998 y 2004, el matrimonio formado por José Bono y Ana Rodríguez Mosquera, casados en régimen de gananciales, ingresó 776.454 euros. Entre 2005 y 2009, los ingresos referentes a su esposa son menos exactos.
Con todo, la cantidad total se aproxima a 1.325.000 euros en cuatro años. Y esto, dando por válida la explicación de José Bono al diario El Mundo, según la cual su mujer ha llegado a percibir al menos un año hasta 450.000 euros de la firma Tous; y teniendo en cuenta que el sueldo de José Bono sí es público.
Esa cantidad de 1.325.000 euros queda muy alejada de la cifra ofrecida por José Bono al diario El Mundo, que cuantificaba los ingresos familiares anuales en un millón de euros.
En algo más de una década, el matrimonio ha adquirido 10 casas, que se suman a la heredada por Bono en Salobre.
Hasta 2004, los datos son precisos dado que la información oficial sobre el patrimonio de José Bono y su esposa está disponible en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.
Dichos datos permiten apreciar cómo, por ejemplo, en 2002 el matrimonio tenía que hacer frente a deudas por importe de 1.027.778 euros, en tanto que sus ingresos eran de 128.786 euros.
Entonces Bono era presidente de Castilla-La Mancha y había adquirido la sociedad Hípica Almenara, fundada el año anterior; la misma empresa que nunca ha repartido dividendos entre sus accionistas.
EL CONFIDENCIAL.COM
EL HIJO DEL PRESIDENTE DEL CONGRESO LOS HA MONTADO EN DECENAS DE COMPETICIONES
El constructor Santamaría también regaló a Bono caballos para su hípica
El empresario Rafael Santamaría, dueño de Reyal Urbis y de la cadena Rafael Hoteles e íntimo amigo de José Bono, regaló varios caballos a la hípica del presidente del Congreso para que los montara el hijo de éste, José Bono Rodríguez, en competiciones nacionales e internacionales, según acreditan diversos testimonios y documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial. Santamaría también pagó supuestamente la decoración de dos viviendas propiedad de los Bono en Olías del Rey (Toledo) y Salobre (Albacete), además de permutar dos lujosos áticos en Estepona (Málaga) por un piso de menor valor que el ex ministro de Defensa y su esposa, Ana Rodríguez Mosquera, tenían en Madrid.
Santamaría no quiso ayer explicar a este periódico por qué regaló a Bono y su hijo los dos caballos, por los que pagó más de 200.000 euros, según las fuentes consultadas. "No tengo ningún comentario que hacer", fue su lacónica respuesta. Por su parte, un portavoz del presidente del Congreso aseguró desconocer si el empresario regaló las dos monturas o si Bono Rodríguez fue su jinete, si bien reconoció que Santamaría y el ex presidente de Castilla-La Mancha "son amigos desde hace 20 años".
Al menos dos de los caballos que el hijo del presidente del Congreso ha montado en decenas de concursos hípicos fueron pagados por Santamaría: Farceur du Haul y Jikael de la Babette. Bono Rodríguez, jinete profesional, es el propietario, junto a su padre y sus tres hermanas, de Hípica Almenara S. L., un complejo situado a las afueras de Toledo que ocupa una superficie de más de 10 hectáreas, en las que se reparten sus tres pistas, las cuadras, los boxes de concurso y la zona de parking.
Codeándose con la élite
Este fin de semana, precisamente, el hijo del ex presidente de Castilla-La Mancha ha participado en Valencia en el Gran Premio de España de Hípica, primera prueba en el calendario del Global Champions Tour 2010, donde tuvo enfrente, entre otros jinetes y amazonas, a Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco; Marta Ortega, hija del empresario Amancio Ortega; Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la Duquesa de Alba, o la infanta Elena de Borbón, que finalmente no compitió debido a la intervención quirúrgica a la que fue sometido el sábado su padre, el rey Don Juan Carlos, en el Hospital Cínico de Barcelona.
Tanto Farceur du Haul como Jikael de la Babette, dos caballos de competición nacidos en Francia, fueron adquiridos por Santamaría en 2005 y 2006, respectivamente, y registrados a nombre de Rafael Hoteles S. A., filial de Reyal Urbis. Entre 2005 y 2008, Bono Rodríguez fue el único jinete de ambos equinos, que permanecieron durante ese tiempo en las instalaciones de Hípica Almenara. Según revelan las órdenes de salida de decenas de trofeos y grandes premios celebrados en esos cuatro años, el hijo del presidente del Congreso y el dueño de Reyal Urbis figuran como jinete y propietario, respectivamente, de los dos caballos.
Bono Rodríguez reconocía en 2007, en una entrevista concedida al también jinete Álvaro Zambrano y colgada en la web infoecuestre.com, que Farceur du Haul fue su primer caballo de competición. "¿Qué caballos tienes actualmente?", le preguntaba su compañero y rival en las pistas. Y el joven Bono -que el próximo 16 de septiembre cumplirá 26 años- respondía: "Tengo a Farceur du Haul, que es mi primer caballo y tiene 14 años. Es un gran caballo que ha hecho su labor perfectamente, pero que por su edad no puede hacer todos los concursos del año. Por eso ahora me compré el caballo Olympic 7, para el que tengo muchas expectativas".
Una extensa lista de regalos
La amistad que une a Bono y Santamaría no se ha materializado únicamente en caballos de competición. Una de las hijas del matrimonio Bono-Rodríguez, Ana, trabajó en la asesoría jurídica de Reyal Urbis, y durante tres semanas llegó a figurar como apoderada. Asimismo, la lista de regalos y presuntos favores entre ambas familias es cuanto menos sorprendente. Según publicó el diario La Gaceta, el empresario pagó en 2001 al actual presidente del Congreso la decoración del dormitorio de su hija Sofía en la casa familiar de Olías del Rey (Toledo). Un chalet que ha sido objeto de polémica desde su adquisición, ya que, como informó El Confidencial, Bono compró en 1995 esta propiedad de 401,28 metros cuadrados gracias a la generosidad de un constructor anónimo.
Y es que el entonces presidente de Castilla-La Mancha no utilizó los servicios de una entidad financiera ni recurrió a sus ahorros para pagar la casa, sino que, como reconoció en su declaración de bienes de 1997, adquirió una deuda directa con el constructor de 90.443 euros. No obstante, no detalló su identidad ni a qué tipo de acuerdo había llegado.
El citado diario también informó de que Santamaría había enviado mobiliario para decorar otra casa de Bono, esta vez en Salobre (Albacete), y destapó una inusual operación inmobiliaria entre el político manchego y la promotora Reyal Urbis. Santamaría cambió a la familia Bono dos áticos de lujo de nueva construcción en Estepona (Málaga) por un piso localizado en la madrileña colonia de Mirasierra. Según documentos a los que tuvo acceso el diario Público, medio considerado muy cercano a La Moncloa, los áticos de Estepona sumaban 267 metros y fueron valorados por Reyal en 925.000 euros; mientras que la casa por la que fueron intercambiados tenía 25 años de antigüedad y fue comprada en 1982 por 35.000 euros.
Un patrimonio de 6 millones de euros
El Partido Popular trasladó a la Fiscalía General del Estado todas las informaciones periodísticas relacionadas con el patrimonio de Bono para aclarar si está suficientemente justificado. Sin embargo, la Fiscalía, tras estudiar la documentación aportada por el político socialista, descartó la existencia de una conducta delictiva. El PP acusó a Cándido Conde-Pumpido de actuar a las órdenes del PSOE y del Gobierno, y se dirigió de nuevo al Ministerio Público para que reclamara a la Junta de Castilla-La Mancha “las adjudicaciones en los últimos diez años de contratos de obras, servicios o cualquier beneficio urbanístico”.
Con esta solicitud, el PP pretende conocer cualquier relación de la Junta con las empresas de Santamaría. La más controvertida se refiere a Valdeluz o ciudad del AVE. El dueño de Reyal promueve 10.000 viviendas próximas a la parada del tren de alta velocidad, una gran operación que autorizó el Gobierno de Bono en 2001, y cuya construcción debe terminar este año.
Por otra parte, los populares pretenden que Bono explique en el Congreso cómo ha ampliado su patrimonio de un modo tan espectacular en los últimos años. De acuerdo con las informaciones de La Gaceta y de Público, ha acumulado 6 millones de euros repartidos en ocho parcelas rústicas, un piso en Toledo, un chalet en Olías del Rey, otro en Bargas (Toledo), cuatro pisos en Madrid, dos áticos en Estepona, un local en Albacete y un apartamento en Campello (Alicante). A todo ello hay que añadir la Hípica Almenara y la sociedad de Ahorros Familiares Saja. Un milagro económico que Bono ha tratado de justificar con su sueldo (169.000 euros anuales), los ingresos de la hípica, el jugoso contrato para la publicación de sus memorias (700.000 euros) y los beneficios que su esposa obtiene con la franquicia de la firma Tous.
EL CONFIDENCIAL DIGITAL
Los caballos no son un negocio tan rentable. Bono declaró que una parte de sus ingresos proceden de la Hípica Almenara, pero hoy esa actividad sufre una caída de beneficios espectacular
El Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, confirmó el mes pasado que una parte de sus ingresos provienen de la Hípica Almenara. Incluso, algunas fuentes hablan de 300.000 euros. Sin embargo, cargos de la Federación Nacional de Hípica así como representantes de importantes escuelas de equitación confirman el mal año del sector: han caído los beneficios y es urgente abaratar costes.
El Confidencial Digital ha analizado la situación del sector hípico en la actualidad. El resultado de este estudio refleja que la hípica es un negocio que está dejando de ser rentable y que se ha visto muy afectado por la crisis económica.
“Esto es una ruina”, es el resumen que hace un cargo de la Federación Española de Hípica, que explica: “El sector atraviesa un momento muy complicado y debe intentar ser más barato y accesible para los clientes”.
Según los datos recogidos por ECD, los principales ingresos de las hípicas provienen de cuatro vías: clases de hípica, pupilaje, organización de eventos y venta de caballos. El precio de una clase va de los 15 a los 20 euros. La facturación media por clases y por pupilaje (cuidado y mantenimiento del caballo mensualmente) asciende, en un establecimiento de gran tamaño, a 70.000 euros mensuales, de los cuales habría que restar los gastos derivados de la propia actividad. Las fuentes consultadas aseguran que, de esta facturación, aproximadamente un 20 % serían beneficios, es decir, unos 14.000 euros.
La hípica ‘Casas novas’, propiedad del empresario gallego Amancio Ortega es un buen ejemplo de una hípica de gran tamaño. Fuentes de este centro aseguran: “La crisis se ha notado, pero nos mantenemos”. Destacan que lo más complicado en estos momentos es “captar clientes que traigan aquí su caballo”, es decir, que contraten el servicio de pupilaje. Este servicio cuesta, en la hípica del propietario de Inditex, 435 euros mensuales. La media del sector se sitúa sobre los 500.
La venta de caballos es otra de las opciones para obtener beneficios. La hípica madrileña ‘La Espuela’ se ha dedicado a este negocio hasta el pasado año. Acostumbraba a traer anualmente de 40 a 50 caballos de Irlanda. Su precio en el mercado iba de los 10.000 a los 20.000 euros. “Este año ya no hemos traído caballos. Existe un exceso de oferta en nuestro país porque la gente ha puesto en venta sus caballos. Los precios han caído más de la mitad”. Las clases que imparte esta hípica han pasado de 500 semanales en 2009 a 300 en 2010. A su vez la facturación en lo que va de año ha caído más de un 40%.
La organización de eventos, principalmente concursos de hípica, ha sido otro de las vías de ingresos que más se ha visto afectada este año. Según las fuentes del sector, se han notado importantes caídas en la participación. “En un concurso que habitualmente tenía más de 300 participantes, ahora ha pasado a poco más de 100”.
Las hípicas consultadas por este confidencial han mostrado su preocupación por el momento actual del sector y se han mostrado muy inquietas al ser preguntadas por la situación de sus cuentas.
EL DIGITAL DE CASTILLA LA MANCHA
BUENOS HUMOS PEDRO A. LÓPEZ GAYARRE
Malos tiempos para Garzón y Bono
Bono tuvo la culpa de que el juez Baltasar Garzón se convirtiera en el candidato número dos del PSOE, en unas elecciones tras las que estaba cantado que Felipe González le nombraría ministro de Justicia. En los Quintos de Mora, Pepe Bono se lo presentó a Felipe González y a partir de aquel momento Garzón fue otro. Bono sacaba pecho por su intervención en el fichaje galáctico que salió rana. Felipe, que era mucho Felipe, le paseó por media España y luego simplemente le sentó en un escaño del Congreso de los Diputados para que apretara el botón cuando el jefe del grupo parlamentario se lo ordenara. Después de aquella afrenta ya se sabe lo que pasó. La soberbia le pudo y se puso a la faena de sentar en el banquillo de los acusados a un tal mister X. En aquellos momentos ya Bono no alardeaba de ser el ojeador que había fichado a la figura pero lo utilizó a su favor inventando una trama del lino para acabar con sus adversarios.
Ahora Garzón y Bono pasan por sus horas más bajas y muchos dicen que están probando alguna de las fórmulas magistrales que administraron a diestro y siniestro desde la reboticas de la Audiencia Nacional y de la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A Garzón le ha caído encima el propio aparato que tan creativamente usó durante años. A Bono la prensa que tan hábilmente utilizó. El uno se ufanaba de ser el impulsor de la justicia universal sin fronteras, el otro de ser un político por encima de las derechas y las izquierdas. Pero si hay algo que les une es la desmedida ambición. Algo que no ha hecho más que levantar recelos entre sus propios compañeros.
A Bono, es verdad que ha sido el periódico La Gaceta el que le ha hecho las cuentas de su patrimonio y le ha obligado a explicarse, pero no ha faltado el fuego amigo de las dos páginas dominicales de Público, que son las que verdaderamente le han hecho daño. Garzón ha tenido en la primera querella, de las tres que tiene abiertas por prevaricación, el argumento fácil del franquismo de sus querellantes, pero serán las otras dos las que se le lleven por delante. Sus cursos de Nueva York generosamente remunerados por el "querido Emilio" y las escuchas a abogados son algo más que el deseo de establecer la "justicia universal" por el método jurídico de la "imaginación creativa".
Para uno y otro corren malos tiempos. Pero el que no se consuela es porque no quiere, pues a Garzón siempre le quedará la política, y quién sabe si el Ministerio que no pudo ser; a Bono la abogacía, el cobro de la segunda parte de sus memorias y la administración de ese patrimonio.
LA GACETA
La sociedad patrimonial de la familia Bono es titular de bienes por 2,5 millones de euros
No se incluye el ático regalado por Bono a su hijo valorado en un millón de euros ni su chalé de Bargas. Convierte a la hija de 26 años en acreedora de un préstamo a la empresa de 342.800 euros.
En abril de 2004 José Bono, recién nombrado ministro de Defensa, opta por crear una sociedad patrimonial con su mujer e hijos a la que se irán agregando algunos de los bienes inmuebles de la familia. Su capital social inicial es de 630.000 euros e intentará mantenerse entre esa cantidad y los 658.000 euros como límite durante todos los cierres de ejercicio. Sin embargo, al sumar todas las propiedades que en un momento u otro han sido adquiridas en nombre de Saja, la cantidad total real es de 2.445.551 euros en bienes inmuebles.
lunes, 10 de mayo de 2010
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