EL CONFIDENCIAL DIGITAL
José Bono no entregó un galardón de la Asociación de Periodistas Parlamentarios: el premiado era de La Gaceta
La Asociación de Periodistas Parlamentarios entregó el martes por la noche, al final del pleno del Congreso, los Premios al Relato Parlamentario y a la Imagen parlamentaria. El presidente de la Cámara, José Bono, había comprometido su asistencia y confirmado que él entregaría uno de los premios, el de fotografía. Al final, Bono no asistió al acto: el galardonado con el primer premio de fotografía trabaja para La Gaceta.
PERIODISTA DIGITAL
LA REVISTA DE LA PRENSA ROSA
Sorpresa por la separación de Bono
José Bono se ha convertido en una estrella más de la prensa rosa, esta vez por el anuncio de su separación. Las revistas aún están reponiéndose de esta noticia, que llega pocos días después de su última aparición juntos.
MARGA M. FRANCÉS
La separación de José Bono y Ana Rodríguez ha causado asombro en la prensa rosa. El presidente del Congreso, tras su cota de protagonismo por este tema en la prensa "seria", es ahora portada, por los pelos, de las revistas, muy sorprendidas por la noticia. En ¡Hola! así lo afirman, mientras recuerdan cómo el 4 de junio posaban juntos con Natalia Figueroa y Raphael con motivo de la fiesta de cumpleaños de su nieto. En Diez Minutos también recuerdan que fueron vistos hace pocos días "en actitud cordial" en dos bodas: la del hijo del dueño de Porcelanosa y de la hija del presidente de Iberdrola.
Todas ellas echan la vista atrás y se hacen eco de los rumores de separación que rodearon a la pareja en 2006, justo cuando Bono decidió dejar su cargo de ministro de Defensa. Semana es la que va más lejos: dice que en esa fecha tuvieron una "grave crisis" y que a Ana "se le atribuyó un supuesto romance con un joyero cordobés que nunca fue confirmado". Añade que a Bono, por sus convicciones religiosas que recuerda tan a menudo, le ha costado dar este paso. La sorpresa desagradable para el presidente del Congreso es que además de tocar los temas del corazón, las revistas se hacen eco de la polémica por su abultado patrimonio. Así lo hacen Semana y Diez Minutos, relatando algunos de los datos más jugosos adelantados por La Gaceta.
Sus primeras declaraciones
Ana Rodríguez continúa su vida... sin Bono
Tras 29 años de matrimonio y cuatro hijos en común, el pasado lunes el presidente del Congreso de los Diputados y ex presidente de Castilla-La Mancha, José Bono y su esposa, Ana Rodríguez anunciaban su separación de mutuo acuerdo y de manera amistosa. La ex pareja trata de superar estos duros momentos de la mejor manera posible y proseguir con su vida con total normalidad.
De hecho, Europa Press tiene las primeras declaraciones de Ana Rodríguez tras hacerse pública su separación de José Bono. La futura ex mujer del presidente del Congreso de los Diputados se mostró tranquila y con ganas de seguir con su vida.
Ana comentó que se encuentra "muy bien" y confirmó que la separación ha sido de mutuo acuerdo. "Sí, lo que han leído", dijo. Ella ha decidido tirar hacia delante apoyándose en sus hijas y así la vimos llevando a su mascota al veterinario acompañada de algunas de éstas.
Poco después, la propietaria de seis joyerías de la firma Tous, entró en su domicilio conduciendo su propio vehículo y haciendo gala de su discreción. Pero lo que más llamó la atención a los periodistas que estaban allí fue que a los pocos minutos de que entrase ella, llegó José Bono.
El presidente del Congreso volvió a su casa sin hacer ningún tipo de declaración y escoltado. De este modo, José y Ana volvieron a verse las caras en el domicilio conyugal, demostrando así que, efectivamente, su separación es cordial y amistosa.
La ex pareja anunció su separación mediante un comunicado en el que pedían también respeto a su intimidad y la de sus cuatro hijos Amelia, Ana, José y Sofía. En unos días tienen previsto presentar en Toledo el escrito por el que se separan de mutuo acuerdo.
Irregularidades con relevancia penal que salpican al gobierno regional
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El caso Seseña, y su implicación con Bono, también se verá en la Fiscalía Anticorrupción
El Tribunal de Cuentas decide que se enjuicie allí este escándalo urbanístico
Cuando el presidente del PSOE de Castilla-La Mancha, José Bono, y todo su entorno intentan trasladar a la opinión pública una imagen limpia e impoluta, salta otro dato que apuntala el escándalo continuo en el que parece se ha venido desarrollando la actividad política del hoy presidente del Congreso de los Diputados.
El Tribunal de Cuentas ha trasladado el caso al Fiscal Anticorrupción al haberse detectado irregularidades con relevancia penal.
El fiscal del referido Tribunal, Olayo Eduardo González, ha tomado la decisión de trasladar el caso a Anticorrupción por haber detectado irregularidades con relevancia penal en el caso.
Es preciso recordar que el Ayuntamiento de Seseña adjudicó 1,8 millones de metros cuadrados a El Pocero en 2003 para su macroproyecto urbanístico en un proceso trufado de irregularidades que no fueron detectadas por la Junta de Castilla-La Mancha, entonces presidida por José Bono. Un año después, Francisco Hernando se encargó de unas obras de remodelación en la hípica del presidente del Congreso.
En el informe que será trasladado a Anticorrupción, en el que se ha implicado el Ministerio Fiscal, se especifica que la Junta regional "debería ejercitar las funciones de ordenación, control, inspección sanción e intervención" en este ámbito y que de haberlo hecho adecuadamente en este caso, "podrían haberse impedido parte de las irregularidades".
El fiscal ha tomado, además, otras dos medidas. Por un lado, abrirá diligencias para esclarecer responsabilidades desde el punto de vista de las cuentas públicas. Por otro, reactivará una denuncia presentada en 2003 por el actual alcalde de Seseña contra el Pocero y un concejal socialista, posteriormente retirada. En opinión de la Fiscalía, la supuesta malversación de caudales públicos objeto de la denuncia es perseguible de oficio.
EL CONFIDENCIAL.COM
Leyendas urbanas sobre la separación de José Bono
@Paloma Barrientos - 22/07/2010
El comunicado de prensa a través del cual el presidente del Congreso, José Bono, anunciaba públicamente su separación después de veintinueve años de matrimonio no ha servido para mucho. Mejor dicho, ha servido para que tanto en los ambientes políticos como sociales las versiones de unos y otros sobre esta ruptura sean temas prioritarios de conversación. Ese breve y aséptico comunicado ha dejado el camino abierto a las especulaciones de todo tipo acerca de este divorcio tan poco convencional, ya que hasta ahora los mandatarios mantenían su intimidad bajo llave.
Las versiones dejan de serlo y se convierten en leyendas y la bola de nieve puede llegar a convertirse en alud. Al presidente del Congreso le han adjudicado varias parejas de todo tipo y condición. Algunas de ellas hilarantes. Muchos de los allegados de la pareja aseguran que él es el culpable de la ruptura, “porque no atendía a su mujer como debía”.
Ella, cansada de ejercer de amiga invisible, rompió el trato. Así lo explican los defensores de Ana Rodríguez que, por supuesto, niegan que ésta mantenga una relación con un joyero cordobés, o un empresario relacionado con la construcción, o un joven político. Por ahora estos son los tres supuestos candidatos a la mano de doña Ana. Un listado que aumenta según larguen unos u otros.
Los del otro lado, los seguidores de “pepebono”, que así le llaman sus amigos, aseguran que no hay que buscar culpables y achacan la ruptura al deterioro de una relación de muchos años que ha tocado techo. Pero la mayor parte de las voces que se pronuncian lo hacen para mentar a terceras personas, por parte de uno o de otro.
Quizá la versión más peligrosa sea la que dan los enemigos del político, que incluso llegan a dudar que este divorcio sea real y no una especie de plan B, por si en un futuro hay que aclarar y ajustar las cuentas, tras el lío mediático que se ha formado en torno a su patrimonio.
FUE JEFE DE GABINETE DE JESÚS CALDERA EN TRABAJO Y AHORA LO ES DE CORBACHO
Zapatero promocionó al ‘fontanero’ del PSOE que investigó el patrimonio de Bono
Alberto Mendoza / José L. Lobo.- 23/06/2010 (06:00h)
Julio Pérez Sanz, el hombre que encabezó en el año 2000 la investigación interna ordenada por José Luis Rodríguez Zapatero para investigar el patrimonio personal de José Bono, y que actualmente dirige el Gabinete del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, es un buen ejemplo de cómo el presidente del Gobierno ha optado por situar en puestos clave a fontaneros de probada fidelidad, en lugar de a profesionales de prestigio.
Pérez Sanz ha dedicado su vida laboral al PSOE, pero en el año 2000, ante el vacío de poder en el partido que siguió a la mayoría absoluta de José María Aznar y a la dimisión de Joaquín Almunia, aceptó ponerse al servicio de uno de los candidatos a secretario general, el entonces desconocido Zapatero, para liquidar políticamente a Bono, el favorito para hacerse con las riendas de la formación en el 35º Congreso Federal socialista.
Jesús Caldera, hombre de confianza de Zapatero y portavoz de la extinta corriente Nueva Vía, confió a Pérez Sanz, entonces asesor del Grupo Parlamentario Socialista, la investigación interna en busca de pruebas de un supuesto enriquecimiento ilícito de Bono o de cualquier otro asunto de su vida privada que dañara la imagen del presidente castellanomanchego. La elección no fue casual: Pérez Sanz había ejercido como director de Gabinete del propio Bono en la Presidencia de Castilla-La Mancha.
Sin embargo, las pesquisas fueron abortadas al ser descubiertas por el actual presidente del Congreso y tras la airada intervención de Felipe González, quien no toleró que un simple diputado como Zapatero utilizara medios de la formación en su beneficio y en contra de un barón del partido.
Después de la victoria socialista en las elecciones generales de 2004, Caldera pasó a ocupar la cartera de Trabajo y se llevó como jefe de Gabinete a Pérez Sanz. Un puesto en el que éste ha conseguido sobrevivir a su mentor: Zapatero expulsó en 2008 a Caldera del Ejecutivo, enviándolo a presidir la Fundación Ideas, pero su sucesor, Corbacho, ha mantenido al bregado fontanero al frente de su Gabinete.
Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, su currículo está ligado enteramente a la suerte del PSOE. Ha sido coordinador de la Secretaría de Política Autonómica del partido y asesor de varios ministros de Administraciones Públicas; ha trabajado para la Presidencia del Senado; ha ejercido como director del Gabinete de la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y estuvo junto a Caldera como asesor del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.
El autor de ‘losgenoveses.net’
No obstante, uno de las ocupaciones por las que más ha destacado Pérez Sanz es la creación de las webs losgenoveses.net y Aznar.net, dedicadas a arremeter diariamente contra el Partido Popular desde el anonimato. La cadena COPE desveló en 2004 que el fontanero socialista estaba detrás de estas webs, y que se había encargado de mantenerlas actualizadas desde su despacho en el Congreso de los Diputados. Una actividad propagandística que aquél nunca desmintió.
Pese a que en España los ejecutores políticos dedicados a rastrear trapos sucios en periodos electorales permanecen en la sombra, en Estados Unidos tienen nombres y apellidos y regentan lucrativas empresas de asesoramiento. Como recordaba recientemente en su blog Felicísimo Valbuena, profesor de Comunicación Política en la Universidad Complutense de Madrid, son estos personajes quienes suelen airear “la información comprometedora sobre el pasado y presente personal de los contrincantes dentro del propio partido”. Aunque en este caso, los datos que pudiera haber recopilado el fontanero socialista permanecieron en secreto.
EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA
LO PUBLICA EL CONFIDENCIAL
El espía, la señora y el cornudo: Un sainete en el que se entiende todo
El Confidencial ha publicado este miércoles un "confidente" titulado "El espía, la señora y el cornudo: sainete jocoso en cómodos plazos" sin dar nombres ni apellidos. Pero se entiende todo.
Por lo curioso que es y porque se entiende todo, aunque no se comparta, ofrecemos esta pieza publicada por El Confidencial que parece de tan rabiosa actualidad como de rabioso y singular cotilleo sin negritas, ni falta que hace.
El espía, la señora y el cornudo: sainete jocoso en cómodos plazos
Érase una vez un país de glorioso pasado venido durante siglos a menos, que, de pronto, despegó tras una conflicto sangriento y varias décadas de mano dura, para alumbrar la súbita riqueza de unos pobres de solemnidad donde los nuevos ricos empezaron a presumir ahítos de lujos y linajes. En semejante lugar ocurrió la historia que aquí se relata, una más de las mil inverosímiles que el dinero fácil y la pérdida de referentes y valores propició entre sus clases dirigentes.
Ocurrió en Panderelia que el jefe de la temida falange de espías, ejército público, llamó un día muy preocupado a su inmediato superior, el ministro ante quien estaba obligado a reportar y a quien debía el cargo.
-Tengo algo muy importante que comunicarte, ministro.
-¿De qué se trata?
-De una infidelidad matrimonial que tenemos totalmente chequeada.
-¡Qué me dices! ¿Y de quién estamos hablando?
-De la esposa de un político de gran renombre. Pero esto no podemos hablarlo por teléfono, como podrás imaginar, así que necesito que me recibas cuanto antes. -¡No, no, vente ahora mismo para acá cagando leches, que no hay cosa en el mundo que me divierta más que este tipo de chismes…!
En poco más de 20 minutos, el jefe del ejército de espías se plantó ante la mesa de despacho del famoso ministro, que a duras penas podía ocultar la satisfacción que le producía la inminencia de un sabroso cotilleo.
-Bueno, dime… ¿Quién es el cornudo?
-Tú mismo.
El bote en el vacío que pegó el aludido a punto estuvo de dar con sus huesos sobre la mullida alfombra, lejos del sillón de piel al que con embeleso adoraba.
-Lo siento, ministro, pero no hay lugar para el error. Las pruebas son irrefutables y por eso he considerado de la mayor importancia ponerlo en tu conocimiento de inmediato.
Resulta que la santa esposa cogía todas las semanas desde su lugar de residencia un tren de alta velocidad del que se apeaba al llegar a la estación de una bella ciudad califal. Allí ordenaba a su escolta que permaneciera en la estación o simplemente se diera un garbeo. Ella le avisaría cuando estuviera a punto de regreso.
Despedido el guardaespaldas, la doña tomaba un taxi y se dirigía a un lujoso piso de la ciudad, cuyo dueño, a la sazón joyero de profesión, la conducía a su alcoba donde, durante un par de horas, gustosamente desplegaba las últimas novedades de su muestrario para que la dama pudiera elegir a placer.
Pálido cual tapial en yeso, el político reaccionó de inmediato en cuanto el espía le hubo proporcionado las fechas y datos que corroboraban la infidelidad de su pareja. Sin pensarlo un segundo tiró de móvil lleno de santa indignación.
Pero si esperaba encontrarse con una mujer abrumada por el descubrimiento del engaño, se equivocaba de plano.
-Sí, no te lo voy a negar -dijo tras medio minuto de silencio que pareció una eternidad-, es verdad. Sabes de sobra que lo nuestro no funciona desde hace mucho tiempo, de modo que no te vengas ahora haciendo el mártir, que no hay lugar para ti en la nómina de los santos.
-Pero eso va a ser un escándalo. Vas a arruinar mi carrera política y en un partido donde los mismos cabrones que se dicen mis amigos me están buscando las vueltas.
-Es tu problema, querido. Yo no necesito seguir fingiendo.
-¡Esto tenemos que hablarlo, esto hay que arreglarlo! ¿Qué van a decir los chicos…?
-Precisamente por ellos estoy dispuesta a darte otra oportunidad, pero con dos condiciones que ahora mismo tienes que jurar cumplir. Primera, tienes que despedir de inmediato a esa que tienes de responsable de tu negocio equino, ya sabes de quién te hablo, ¿o es que crees que me he estado chupando el dedo durante estos últimos años…?
Un silencio espeso se hizo al otro lado del inalámbrico.
-Me has oído, ¿no? Y la segunda condición es que tienes que dejar la política y abandonar de inmediato el ministerio…
Y así se hizo. Luego las cosas siguieron su curso. Por debajo de los puentes de la imperial ciudad siguió discurriendo tranquila el agua del arroyo con vocación de gran río. El político volvió por sus fueros, la joyera hizo fortuna con las piezas de su muestrario y ambos llegaron a parecer la perfecta pareja feliz hasta que un día, de la manera más inopinada, anunciaron su separación a los cuatro vientos del país de Panderelia.
jueves, 22 de julio de 2010
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