06 DE JULIO DE 2011

EL SOPLON.NET

Bono intrigó contra Intereconomía por descubrir el pelotazo que se preparaba con el aeropuerto de Ciudad Real

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José Bono intrigó contra Intereconomía para impedirles que continuaran informando sobre el entramado en torno al aeropuerto de Ciudad Real. Para ello, acudió incluso a las más altas esferas, a los representantes de Dios en la tierra, los señores del Santo Vaticano. Sin embargo, al ver que no le concedían su deseo, movió otros hilos que resultaron más efectivos.
La noche del sábado, Bono acudió a un show televisivo en el que arremetió contra el grupo Intereconomía. Al referirse a Carlos Dávila, director de La Gaceta, perteneciente al mencionado grupo de comunicación, lo hacía de forma despectiva, llamándolo “el calvo”. Asimismo, señaló que sus trabajadores son unos “malhechores, destiladores de odio y cavernícolas”.
La actitud hacia el medio de comunicación podría deberse, a viejos rencores como las revelaciones sobre el entramado que envuelve a uno de los mayores pelotazos de Castilla – La Mancha, convertido en un fiasco absoluto dado que no alberga vuelos. El aeropuerto, de capital privado, contaba entre sus accionistas mayoritarios con Caja Castilla – La Mancha. El ex – presidente de la entidad bancaria, el destacado socialista Hernández – Moltó, que más tarde sería sancionado por el Banco de España e inhabilitado durante 5 años y una multa de 155.000 euros, presentó a un grupo la sociedad Spanish American Strategic Alliance (SASA), de la que él mismo sería cabeza visible y que formaba parte del holding Wolttan Consulting, junto con Lisis Capital.
Todo estaba preparado para dar el pelotazo del año y entregar el ruinoso aeropuerto a los americanos de Texas. El grupo Intereconomía tuvo acceso a la información de lo que se cocía durante una reunión en el hotel Intercontinental de Madrid entre Hernández – Moltó y los representantes americanos para cerrar una operación en la que parecía probable que el holding gestionase la venta del aeropuerto a una compañía americana y que se hubiera podido convertir en una base de operaciones del ejército estadounidense. Desde ese momento, tanto La Gaceta como el resto de medios de comunicación del grupo comenzaron a publicar informaciones al respecto y, por lo visto, Bono trató de impedirlo.
A pesar de ridiculizar a quienes se ilusionan por las Jornadas Mundiales de la Juventud en su visita a los platós de televisión y de atacar en más de una ocasión a la Iglesia, acudió al Vaticano para tratar de silenciar a Ariza y a Dávila. Sin embargo, el intento resultó fallido y buscó otras vías. Finalmente, contactó con unos abogados, los hermanos Cutillas, que habían sido accionistas de El Mundo, y, a través de ellos, logró suavizar el torpedeo a la operación del aeropuerto. Aunque, finalmente, la operación no cuajó.