domingo, 27 de febrero de 2011

27 DE FEBRERO DE 2011

LA GACETA DE INTERECONOMIA

LOS SEÑORITOS SOCIALISTAS

Un paseo por la corrupción, el desfalco y la mentira del socialismo más agrio
http://www.intereconomia.com/blog/punto-critico/los-senoritos-socialistas-20110220
• De norte a sur, se sur a norte. Desde la Cordillera Cantábrica hasta los Sistemas Béticos, pasando por la Sierra de Alcaraz y Segura, el vitolario de corrupciones de los señoritos socialistas presenta todo tipo de estilos, tamaños y formas.
Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono y Manuel Chaves, viejos y duchos, conforman el triunvirato de la manipulación, el engaño y la treta. La larga alfombra roja por la que andan y pisan, esconde debajo de la galantería y las formas la inmundicia y la cloaca más sucia y perversa.
Como los últimos serán los primeros, según la dicha tradición, y mi cortesía obliga en mis maneras y formas, comenzaré con el señor Manuel María Chaves González, ceutí de nacimiento y andaluz de profesión. A este expresidente de la Junta de Andalucía se le acusa de los dos mayores casos de corrupción de la historia de la democracia española. 32 años de hegemonía socialista en el paraíso del PER, el sol y la holgazanería han sido más que suficientes para convertir a las fértiles tierras que se extienden detrás de las fronteras de Despeñaperros en el punto de mira del brazo judicial español. 10 millones de euros se desviaron en un delito de prevaricación y tráfico de influencias a la empresa donde la hija del hidalgo sevillano, Paulita Chaves, trabajaba. Matsa ahora es cenagal de dinero que no le pertenece, al igual que tampoco son suyos de legítimo derecho los 461.000 euros que cogió Carlos Solchaga, ex de muchos cargos, por hacer de mediador en la ejecución de la subvención fraudulenta.
De fraudulento y de millones, con el caso Mercasevilla nadie puede. 700 millones de euros, de momento demostrados, desaparecieron de las arcas públicas para pagar falsas prejubilaciones a empleados que nunca trabajaron en las susodichas empresas públicas; y digo en plural, pues aún queda mucho pastel por trocear.
El señor Griñán tendrá algo que decir al respecto. Porque, ¿ERES o no ERES culpable Antoñito? ¿Qué ocurre con el fraude de los Expedientes de Regulación de Empleo? Desde luego lo que si ERES es un Encubridor de Robos Eficaz.
No obstante, de eficacia sabe mucho el también ex de numerosos cargos y actual presidente del Congreso de los diputados, José Bono Martínez. El castellano-manchego de Salobre ha sabido con maestría componer un sigiloso plan que sirviera para tapar el patrimonio que no consiguió de manera tácita con la justificación de sus ingresos. Los dos áticos de Estepona en la Costa del Sol, el piso valorado en 1 millón de euros en el centro de la capital que regaló a su hijo, el chalet en Bargas en Toledo, el otro ático de las Máscaras en Madrid y la famosa Hípica Almenara, son tan solo algunos de los ejemplos de las múltiples propiedades que engordan una fortuna más que envidiable de un señorito socialista que no termina de justificar la totalidad de su hacendado.
El que calla otorga y no es, por tanto, de extrañar que Bono se niegue a declarar ante los molestos micrófonos de Intereconomía. Así lo hace también el tercero de abordo, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El que calla otorga, y el ahora ministro del Interior elude cualquier pregunta de cualquiera de los periodistas que van a la búsqueda de la información.
“No, por favor”, contesta el pequeño gorrión convertido ya en todo un faisán cuando la prensa acude a su captura.
Después de ser el malo de la película con los GAL ahora juega a ser el bueno con el caso Faisán. Bueno o malo, lo que sí es cierto es que su respeto hacia las víctimas y la sociedad española no existe, es invisible. Es igual de invisible que las grabaciones de la policía en el momento en el que se procedía al chivatazo. Es igual de invisible que los motivos injustificados que llevaron a Garzón y Grande Marlaska a archivar la causa. Es igual de invisible que las razones que no explican que un etarra compartiera tarjeta de prepago con el exdirector de la policía Víctor García Hidalgo. Es igual de invisible que los fantasmas que arrastra el señor Rubalcaba de la época del felipismo.
Primero sus GAL asesinan por equivocación a un inocente. Y ahora, sus secuaces, con enlaces con el secretario de Estado Antonio Camacho al que no llama a declarar el juez Ruz, son presuntos autores de haber colaborado con banda armada. De hecho se sospecha que el propio PSOE financió a ETA durante la tregua falsa del 2006, según declara el vicepresidente de la Generalitat Valenciana Juan Cotino.
Y es que la mano blanca y la rosa roja que ensamblan el escudo del Partido no socialista, tampoco obrero, y menos español, están mutando en una mano roja manchada con la sangre de inocentes y una rosa que ahora es un fajo lleno de billetes adquiridos de las formas menos honestas y honrables.
Estos señoritos socialistas hacen honor a la etapa más agria y descompuesta del felipismo de los 80 y los 90. Pero claro, ya lo dijo Felipe González hace unos meses: “La gente ha olvidado las barbaridades que hice”
Por suerte sí, algunos sí nos acordamos de aquellas fechorías Felipe.
Ahora, nos toca sufrir estas… ¿Hasta cuándo?

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