EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA
¿Con qué
oscuro asunto amenazó Bono a varios jueces de la región que iban contra él?
José
Bono
es el personaje del día. Hoy presenta su esperado libro de memorias tras haber
suscitado un interés gigantesco que pocos acontecimientos editoriales han
tenido con anterioridad en este país. Decenas de periodistas han
hablado del primer tomo de las memorias que amenaza con convertirse en el
libro del año.
De entre todos los extractos que se han ido dando a conocer estos días, el que más nos ha llamado la atención es el referido a un hecho ocurrido durante su etapa de presidente de Castilla-La Mancha que publicaba este fin de semana el grupo de diarios de Promecal, entre ellos La Tribuna. Resulta especialmente curioso que este grupo editorial haya puesto el acento precisamente en este asunto ya que si se lee con atención Bono no sale bien parado. O no se han dado cuenta o han querido dejarle en evidencia, pese a la extraordinaria relación que siempre mantuvo Bono con el presidente de Promecal, Antonio Méndez Pozo. Tanto las Tribunas de Castilla-La Mancha como los diarios de Promecal de Castilla y León destacaban que Bono amenazó con desvelar supuestos casos de corrupción judicial en la región, después de que varios magistrados encargaran en 1987 al abogado Javier Sánchez Carrilero que interpusiera una demanda civil contra él, pidiéndole 40 millones de pesetas de indemnización, por unas declaraciones que hizo en televisión.
El propio Bono cuenta en el libro que habló "con un famoso magistrado de Albacete y le mostré las cintas de la conversación con una gitana a la que se prometía una sentencia favorable para su hijo si accedía a determinados favores. A otro le expliqué lo que mucha gente de Albacete decía: que un magistrado había aprobado las oposiciones a judicatura porque se presentó su hermano a los exámenes haciéndose pasar por él. La demanda contra mí no se presentó».
Bono explica que el 15 de enero de 1987 escribió una carta al presidente del Consejo del Poder Judicial en relación con el asunto del niño Andrés Fernández, que había sido multado, a sus siete años de edad, por escribirle una carta abierta en un periódico de Albacete, el 15 de julio de 1986, quejándose de que el alcalde del PP maltrataba a su padre, que era el alguacil de Jorquera.
Siguiendo la narración de las Tribunas, en el Boletín Oficial de Albacete del 9 de enero de 1987 se publicaba la sentencia número 339 en la que el juez José García Bleda condenaba al menor Andrés Fernández Santiago y a sus padres a indemnizar conjunta y solidariamente al alcalde del PP por daños y perjuicios morales con 25.000 pesetas. «A ese niño le dije en una televisión: ´Si en vez de hijo de un alguacil fueras hijo del conde de Romanones, no te habrían condenado´». Fue entonces, según desvela ahora, cuando varios magistrados encargaron al abogado Javier Sánchez que interpusieran una demanda civil contra él que, como según explica, finalmente no se presentó".
Como se ve, Bono no tiene ningún problema en contar que amenazó y de alguna forma chantajeó a los magistrados para que no se querellaran contra él. Y es que no puede entenderse de otra forma más que como chantaje el hecho de hablarles de varios asuntos turbios en los que presumiblemente estaban implicados algunos de ellos, sin que el presidente castellano-manchego hiciera nada más al respecto. Se defendió a sí mismo con esta argucia al límite de la legalidad, pero una vez resuelto su propio problema se desentendió de los turbios hechos que había utilizado para amenazar a los magistrados, pese a la gravedad de los mismos.
En fin, que si hay más citas similarea a esta en sus memorias el libro dará que hablar mucho más de los que pensamos.
De entre todos los extractos que se han ido dando a conocer estos días, el que más nos ha llamado la atención es el referido a un hecho ocurrido durante su etapa de presidente de Castilla-La Mancha que publicaba este fin de semana el grupo de diarios de Promecal, entre ellos La Tribuna. Resulta especialmente curioso que este grupo editorial haya puesto el acento precisamente en este asunto ya que si se lee con atención Bono no sale bien parado. O no se han dado cuenta o han querido dejarle en evidencia, pese a la extraordinaria relación que siempre mantuvo Bono con el presidente de Promecal, Antonio Méndez Pozo. Tanto las Tribunas de Castilla-La Mancha como los diarios de Promecal de Castilla y León destacaban que Bono amenazó con desvelar supuestos casos de corrupción judicial en la región, después de que varios magistrados encargaran en 1987 al abogado Javier Sánchez Carrilero que interpusiera una demanda civil contra él, pidiéndole 40 millones de pesetas de indemnización, por unas declaraciones que hizo en televisión.
El propio Bono cuenta en el libro que habló "con un famoso magistrado de Albacete y le mostré las cintas de la conversación con una gitana a la que se prometía una sentencia favorable para su hijo si accedía a determinados favores. A otro le expliqué lo que mucha gente de Albacete decía: que un magistrado había aprobado las oposiciones a judicatura porque se presentó su hermano a los exámenes haciéndose pasar por él. La demanda contra mí no se presentó».
Bono explica que el 15 de enero de 1987 escribió una carta al presidente del Consejo del Poder Judicial en relación con el asunto del niño Andrés Fernández, que había sido multado, a sus siete años de edad, por escribirle una carta abierta en un periódico de Albacete, el 15 de julio de 1986, quejándose de que el alcalde del PP maltrataba a su padre, que era el alguacil de Jorquera.
Siguiendo la narración de las Tribunas, en el Boletín Oficial de Albacete del 9 de enero de 1987 se publicaba la sentencia número 339 en la que el juez José García Bleda condenaba al menor Andrés Fernández Santiago y a sus padres a indemnizar conjunta y solidariamente al alcalde del PP por daños y perjuicios morales con 25.000 pesetas. «A ese niño le dije en una televisión: ´Si en vez de hijo de un alguacil fueras hijo del conde de Romanones, no te habrían condenado´». Fue entonces, según desvela ahora, cuando varios magistrados encargaron al abogado Javier Sánchez que interpusieran una demanda civil contra él que, como según explica, finalmente no se presentó".
Como se ve, Bono no tiene ningún problema en contar que amenazó y de alguna forma chantajeó a los magistrados para que no se querellaran contra él. Y es que no puede entenderse de otra forma más que como chantaje el hecho de hablarles de varios asuntos turbios en los que presumiblemente estaban implicados algunos de ellos, sin que el presidente castellano-manchego hiciera nada más al respecto. Se defendió a sí mismo con esta argucia al límite de la legalidad, pero una vez resuelto su propio problema se desentendió de los turbios hechos que había utilizado para amenazar a los magistrados, pese a la gravedad de los mismos.
En fin, que si hay más citas similarea a esta en sus memorias el libro dará que hablar mucho más de los que pensamos.
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