martes, 18 de septiembre de 2012


EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA

Bono vuelve a estar en el ojo del huracán por un escándalo de comisiones millonarias


Fue el gran contrato de Navantia, la naviera pública, durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero: la construcción de ocho patrulleras militares por las que Venezuela ha pagado más de 1.200 millones de euros. El acuerdo se cerró de Estado a Estado, con la implicación directa de Zapatero, su ministro de Defensa, José Bono, y el presidente venezolano, Hugo Chávez. Pero este hecho no evitó que Navantia pagara 42 millones de euros a varios comisionistas venezolanos y españoles, un 3,5 por ciento del monto global del contrato.

Un juzgado de instrucción de Madrid mantiene imputados por tráfico de influencias y delito fiscal a dos ex altos cargos del PSOE que cobraron 12 millones en la venta de barcos al presidente venezolano, Hugo Chávez.

El mejor contrato que firmó la naviera pública, Navantia, durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, fue el de la construcción de ocho patrulleras militares por las que Venezuela pagó más de 1.200 millones de euros. El acuerdo se cerró de Estado a Estado, con la implicación directa del presidente del Gobierno, su ministro de Defensa, José Bono, y con la del presidente venezolano.

Según ABC, este hecho no evitó que Navantia pagara 42 millones de euros a varios comisionistas venezolanos y españoles –un 3,5 por ciento del monto global del contrato-. Por ello, un juzgado de Madrid ha imputado a Javier Salas Collantes, último presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) –que salió del Gobierno en 1996-, y el que fuera su subordinado en el mismo organismo, Antonio Rodríguez-Andía. Cada uno habría cobrado seis millones de euros.

La venta de los buques se firmó el 28 de noviembre de 2005 en Caracas. Poco antes, el 30 de septiembre, Navantia firmó un acuerdo mediación con la empresa Rebazve Holding Ltd., a la que otorgó una comisión del 3,5 por ciento de la venta –42 millones de euros-. A su vez, Rebazve contrató a Rodríguez-Andía, expresidente de la pública Trasatlántica, y le pagó doce millones de euros, de los que seis terminaron en cuentas del que fuera su jefe en los primeros gobiernos de Felipe González, Salas Collantes.

El tema era ya conocido y lo publicó El Confidencial a principios de año. No se saben las razones por las que ha salido de nuevo a la luz en estas fechas, justo unos días antes de que Bono presente sus esperadas memorias. Esta primera entrega del libro no llega a esos años en los que ejercía como ministro de Defensa, pero en todo caso seguro que poco o nada va a revelar sobre el asunto de las comisiones de los buques de Venezuela, en el que algunos consideran que Bono es "el meollo de la cuestión".



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