sábado, 29 de septiembre de 2012

EL SOPLON
El millonario Bono se llevará 800.000 euros por su libro

El millonario ex presidente de Castilla – La Mancha, José Bono, obtendrá 800.000 euros por la publicación de un libro con sus memorias, en el que se dedica a hablar de todos sus ex compañeros.
Otro de los chismes que desvela en su libro el ex presidente castellanomanchego es una discusión con Barreda
El libro cuenta con tres tomos en los que recoge sus vivencias. En él ha obviado parte de los apuntes que afectan a Castilla – La Mancha y se centra en la política nacional, aunque sí habla de algunos miembros de su equipo más próximo como José María Barreda, Juan Pedro Hernández Moltó, Emiliano García-Page y Juan de Dios Izquierdo. También habla de su relación con la Iglesia, especialmente con el cardenal Don Marcelo, y de sus enfrentamientos con José Borrell y del PP de Castilla – La Mancha.
José Bono se dedica a criticar a ex compañeros como Hernández Moltó, contando su alejamiento. Habla de los recelos que existían entre éste y varios dirigentes del partido, entre los que se encuentra Barreda.
Bono airea que en 1995 Moltó le reprochó que Barreda nunca le reconociera como secretario general y que él hubiera agraviado al proponer “como ministra a Clementina” sin ni siquiera mencionarle su propuesta.
Otro de los chismes que desvela en su libro el ex presidente castellano-manchego es una discusión con Barreda. En 1992, le dice que se encuentra muy solo en las labores de dirección porque “Juan Pedro improvisa demasiado”. “Tú, José María, no siempre das en el clavo a la hora de elegir a tus colaboradores”, señala.
Bono también se comenta que, en 1996, Barreda se le quejó de que Moltó organizara reuniones en Ciudad Real a su espalda, faltando a “la lealtad debida”.
Un libro lleno de cotilleos y chismes, en los que critica a sus compañeros, por los que el ya millonario sumará a su cuenta bancaria 800.000 euros más.

martes, 25 de septiembre de 2012

EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA

¿Con qué oscuro asunto amenazó Bono a varios jueces de la región que iban contra él?


José Bono es el personaje del día. Hoy presenta su esperado libro de memorias tras haber suscitado un interés gigantesco que pocos acontecimientos editoriales han tenido con anterioridad en este país. Decenas de periodistas han hablado del primer tomo de las memorias que amenaza con convertirse en el libro del año.

De entre todos los extractos que se han ido dando a conocer estos días, el que más nos ha llamado la atención es el referido a un hecho ocurrido durante su etapa de presidente de Castilla-La Mancha que publicaba este fin de semana el grupo de diarios de Promecal, entre ellos La Tribuna. Resulta especialmente curioso que este grupo editorial haya puesto el acento precisamente en este asunto ya que si se lee con atención Bono no sale bien parado. O no se han dado cuenta o han querido dejarle en evidencia, pese a la extraordinaria relación que siempre mantuvo Bono con el presidente de Promecal, Antonio Méndez Pozo. Tanto las Tribunas de Castilla-La Mancha como los diarios de Promecal de Castilla y León destacaban que Bono amenazó con desvelar supuestos casos de corrupción judicial en la región, después de que varios magistrados encargaran en 1987 al abogado Javier Sánchez Carrilero que interpusiera una demanda civil contra él, pidiéndole 40 millones de pesetas de indemnización, por unas declaraciones que hizo en televisión.

El propio Bono cuenta en el libro que habló "con un famoso magistrado de Albacete y le mostré las cintas de la conversación con una gitana a la que se prometía una sentencia favorable para su hijo si accedía a determinados favores. A otro le expliqué lo que mucha gente de Albacete decía: que un magistrado había aprobado las oposiciones a judicatura porque se presentó su hermano a los exámenes haciéndose pasar por él. La demanda contra mí no se presentó».

Bono explica que el 15 de enero de 1987 escribió una carta al presidente del Consejo del Poder Judicial en relación con el asunto del niño Andrés Fernández, que había sido multado, a sus siete años de edad, por escribirle una carta abierta en un periódico de Albacete, el 15 de julio de 1986, quejándose de que el alcalde del PP maltrataba a su padre, que era el alguacil de Jorquera.

Siguiendo la narración de las Tribunas, en el Boletín Oficial de Albacete del 9 de enero de 1987 se publicaba la sentencia número 339 en la que el juez José García Bleda condenaba al menor Andrés Fernández Santiago y a sus padres a indemnizar conjunta y solidariamente al alcalde del PP por daños y perjuicios morales con 25.000 pesetas. «A ese niño le dije en una televisión: ´Si en vez de hijo de un alguacil fueras hijo del conde de Romanones, no te habrían condenado´». Fue entonces, según desvela ahora, cuando varios magistrados encargaron al abogado Javier Sánchez que interpusieran una demanda civil contra él que, como según explica, finalmente no se presentó".

Como se ve, Bono no tiene ningún problema en contar que amenazó y de alguna forma chantajeó a los magistrados para que no se querellaran contra él. Y es que no puede entenderse de otra forma más que como chantaje el hecho de hablarles de varios asuntos turbios en los que presumiblemente estaban implicados algunos de ellos, sin que el presidente castellano-manchego hiciera nada más al respecto. Se defendió a sí mismo con esta argucia al límite de la legalidad, pero una vez resuelto su propio problema se desentendió de los turbios hechos que había utilizado para amenazar a los magistrados, pese a la gravedad de los mismos.

En fin, que si hay más citas similarea a esta en sus memorias el libro dará que hablar mucho más de los que pensamos.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA

¿Cuál es la pregunta de la que huye Bono como alma que lleva el diablo?


Esta semana se ha presentado el famoso libro de Paloma Segrelles (madre e hija) -que dicen que dará tanto que hablar- en un acto que los asistentes han calificado de atípico, sobre todo porque faltaba una de las protagonistas (la hija), que pasa por un mal trance personal, y uno de los presentadores, el ministro Cristobal Montoro. Pero había otros, como el expresidente de Castilla-La Mancha y del Congreso de los Diputados, José Bono, que cubrió sobradamente y con maestría el hueco de los ausentes.

La cita fue en el madrileño Hotel Eurobuilding y arroparon a la ex presidenta del Club Siglo XXI personajes como Nuria Espert, José Luis Balbín y el ya mencionado Bono. Fue unas horas después de que Esperanza Aguirre diera el bombazo de su marcha por lo que en la presentación del libro no se hablaba de otra cosa.

Bono acudió con el brazo todavía escayolado después del accidente doméstico de hace unas semanas que le causó una dolorosa fractura del cúbito y el radio. Un verdadero estropicio y un incidente muy peligroso. Pese a todo, Bono brilló con luz propia y se adueñó del ambiente, como siempre. Habló del Rey: "Muchos no dábamos un duro por él, porque no le considerábamos legítimo por quien le había colocado ahí. Pero el 23-F tuvo que elegir entre los militares y el pueblo y optó por este último", y de Esperanza Aguirre: Nunca he estado de acuerdo con ella. Ahora se ha ido de la política y respeto su decisión, aunque no conozco los motivos".

Dicen que eso lo contaba con una sonrisa en la boca y que el gesto se le borró automáticamente del rostro cuando le preguntaron por la nueva pareja de su exmujer, Ana Rodríguez, escabulléndose lo más rápido posible entre los invitados.


martes, 18 de septiembre de 2012


EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA

Bono vuelve a estar en el ojo del huracán por un escándalo de comisiones millonarias


Fue el gran contrato de Navantia, la naviera pública, durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero: la construcción de ocho patrulleras militares por las que Venezuela ha pagado más de 1.200 millones de euros. El acuerdo se cerró de Estado a Estado, con la implicación directa de Zapatero, su ministro de Defensa, José Bono, y el presidente venezolano, Hugo Chávez. Pero este hecho no evitó que Navantia pagara 42 millones de euros a varios comisionistas venezolanos y españoles, un 3,5 por ciento del monto global del contrato.

Un juzgado de instrucción de Madrid mantiene imputados por tráfico de influencias y delito fiscal a dos ex altos cargos del PSOE que cobraron 12 millones en la venta de barcos al presidente venezolano, Hugo Chávez.

El mejor contrato que firmó la naviera pública, Navantia, durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, fue el de la construcción de ocho patrulleras militares por las que Venezuela pagó más de 1.200 millones de euros. El acuerdo se cerró de Estado a Estado, con la implicación directa del presidente del Gobierno, su ministro de Defensa, José Bono, y con la del presidente venezolano.

Según ABC, este hecho no evitó que Navantia pagara 42 millones de euros a varios comisionistas venezolanos y españoles –un 3,5 por ciento del monto global del contrato-. Por ello, un juzgado de Madrid ha imputado a Javier Salas Collantes, último presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) –que salió del Gobierno en 1996-, y el que fuera su subordinado en el mismo organismo, Antonio Rodríguez-Andía. Cada uno habría cobrado seis millones de euros.

La venta de los buques se firmó el 28 de noviembre de 2005 en Caracas. Poco antes, el 30 de septiembre, Navantia firmó un acuerdo mediación con la empresa Rebazve Holding Ltd., a la que otorgó una comisión del 3,5 por ciento de la venta –42 millones de euros-. A su vez, Rebazve contrató a Rodríguez-Andía, expresidente de la pública Trasatlántica, y le pagó doce millones de euros, de los que seis terminaron en cuentas del que fuera su jefe en los primeros gobiernos de Felipe González, Salas Collantes.

El tema era ya conocido y lo publicó El Confidencial a principios de año. No se saben las razones por las que ha salido de nuevo a la luz en estas fechas, justo unos días antes de que Bono presente sus esperadas memorias. Esta primera entrega del libro no llega a esos años en los que ejercía como ministro de Defensa, pero en todo caso seguro que poco o nada va a revelar sobre el asunto de las comisiones de los buques de Venezuela, en el que algunos consideran que Bono es "el meollo de la cuestión".