EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA
28 DE OCTUBRE DE 2013
http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo_opinion.asp?idarticulo=144608&idfirma=&lugar=&ant=
La empresa se llama Oxer Sport SL, fue fundada en 2004 por Álvaro Arrieta, marido de la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, y en esta década se ha convertido en un gigante de la organización de eventos deportivos, particularmente las competencias de hípica, un mundo en el que está muy introducido el expresidente del Congreso, exministro de Defensa y expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, a través de su hípica Almenara en Toledo. Tan vinculado está Bono con esta empresa que en los últimos años Oxer Sport ha organizado concursos hípicos y retransmisiones televisivas en su complejo deportivo toledano.
Pero el de Bono no es el único gran nombre que aparece relacionado con Oxer Sport. Según ha contado Libertad Digital en un amplio y documentado reportaje de Luis F. Quintero, esta empresa vasca con sede en Irún se ha convertido en un gigante en su sector, gracias, entre otras razones, a los buenos oficios de Carlos Vilarrubí, que en 2008 se convirtió en presidente de la sociedad con Álvaro Arrieta como consejero delegado. Vilarrubí proviene, según el citado periódico, de la "gente guapa" de la Cataluña de la dinastía de los Pujol. Es amigo personal del expresidente Jordi Pujol y de su hijo, Jordi Pujol Ferrusola, y en Cataluña ha desarrollado importantes negocios, en algunos de los cuales participó también Artur Mas. Según Libertad Digital, su gran salto se dio cuando se le abrieron las puertas de los consejos de Telefónica, Antena 3 y la consultora Rothschild, y más tarde se convirtió en vicepresidente del FC Barcelona. Entonces entró con Joan Cuscó en los negocios de patrocinios deportivos, a través de los cuales, conecta sus actividades profesionales con Iñaki Urdangarín y los campeonatos de hípica, que le permiten desarrollar una amplia y lucrativa carrera en este mundo. Logró firmar jugosos contratos y subvenciones en la Comunidad Valenciana y en otras zonas de España, y su relación comercial con Urdangarín fue intensa en esos años.
Pero Oxer Sport SL, creada por el marido de Arantza Quiroga, no sólo tenía buenos negocios en Cataluña y la Comunidad valenciana. Sus concursos hípicos, explica Libertad Digital, llegaron también a Toledo, a la hípica Almenara de Bono. Oxer Sport fue la productora de las competiciones de saltos retransmitidas por el programa Teledeporte de TVE desde Hípica Almenara. En aquella ocasión, Oxer Sport SL cedía las retransmisiones ya editadas de las competiciones de manera gratuita a TVE, a cambio de que se emitiera el concurso. El negocio para Oxer estaba en la cobertura de TVE para atraer anunciantes y fijar en función de la audiencia sus tarifas publicitarias, un negocio en el que evidentemente participaba la hípica de Bono.
En mayo de 2010, Teledeporte retransmitió hasta cuatro horas del concurso de saltos que se celebró en la Hípica de Bono. El diputado popular Ramón Moreno registró una serie de preguntas en el Congreso dirigidas a Albert Oliart, de RTVE, para que explicara por qué retransmitió el concurso en la hípica de Bono. Oliart se negó a informar sobre su coste (presuntamente había sido cedido de forma gratuita por Oxer). Por otro lado, tampoco contestó a la pregunta de si la Corporación sabía que la hípica de Toledo es propiedad de José Bono. Además, justificaba la escasa audiencia del evento deportivo por las horas de emisión programadas para el mismo.
El pasado mayo Teledeporte ofreció el Trofeo Coca-Cola del CSI2 de Toledo. El mismo concurso que se ha realizado, esta vez, en la Hípica de Toledo. Pero el evento estuvo organizado, de nuevo, por Oxer Sport, y el torneo estuvo presidido por José Bono. Conexiones empresariales con grandes nombres de los negocios y la política.
lunes, 28 de octubre de 2013
viernes, 18 de octubre de 2013
Un escándalo de más de mil millones de euros, con Bono por medio
EL DIGITAL DE CASTILLA-LA MANCHA
18 DE OCTUBRE DE 2013
http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo_opinion.asp?idarticulo=143988&idfirma=&lugar=&ant=
“Navantia rompe con la empresa venezolana de las comisiones”. Así se titulaba ayer la información más leída en Abc.es sobre el escándalo de las comisiones por la venta de ocho patrulleros de España a Venezuela en el año 2005, estando el expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, como ministro de Defensa del Gobierno de Zapatero.
Según el diario madrileño, Rebazve Holding Ltd. ya no representa a los astilleros públicos españoles en Venezuela. El escándalo de las comisiones, que suma cuatro imputados -entre ellos los expresidentes de Navantia y del Instituto Nacional de Industria-, ha roto recientemente la relación entre la empresa pública española y el comisionista venezolano.
La venta de ocho patrulleros se cerró en noviembre de 2005 al más alto nivel. Intervinieron directamente el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministro de Defensa, José Bono. Un año antes, el ya fallecido Hugo Chávez visitó España para, entre otros asuntos, tratar el encargo de los buques, un enorme contrato de 1.245 millones de euros. En aquella ocasión Chávez visitó Toledo y protagonizó algunas anécdotas que todavía se recuerdan. Detrás había algo más que anécdotas.
Según ABC, entre el séquito que acompañaba al presidente venezolano estaba su compatriota Juan Rafael Carvallo, el administrador de Rebazve Holding Ltd. Fuentes conocedoras de la operación habrían confirmado que la venta se cerró de estado a estado y la intermediación de Rebazve no fue ni mucho menos fundamental para la consecución del contrato. Pese a ello, la empresa venezolana cobró un 3,5 por ciento del monto global, es decir, 43 millones de euros, una cifra muy superior a la de mercado, según varias fuentes del sector. Carvallo, que administra la compañía junto a su socio Pedro Enrique Malavé, pertenece a la burguesía venezolana que siguió haciendo negocios con la llegada del «chavismo» al poder.
La verdadera labor del intermediario venezolano habría sido el reparto de la «mordida» en España y Venezuela. De hecho, Rebazve contrató a dos españoles a cambio de doce millones de euros: Javier Salas Collantes, presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) entre 1990 y 1995, y su socio Antonio Rodríguez Andía, expresidente de la naviera pública Transatlántica. Ambos están imputados por delito fiscal y tráfico de influencias. Salas Collantes había sido en tiempos de Felipe González máximo responsable de los astilleros públicos.
La denuncia partió de la Fiscalía Anticorrupción y recayó en el Juzgado de Instrucción número ocho de Madrid. La juez también ha imputado al expresidente de Navantia, Juan Pedro Gómez Jaén, y al que fuera su director comercial, Jesús Arce. Los acusa de malversación de caudales públicos por aprobar comisiones tan abultadas.
Información completa en www.abc.es
18 DE OCTUBRE DE 2013
http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo_opinion.asp?idarticulo=143988&idfirma=&lugar=&ant=
“Navantia rompe con la empresa venezolana de las comisiones”. Así se titulaba ayer la información más leída en Abc.es sobre el escándalo de las comisiones por la venta de ocho patrulleros de España a Venezuela en el año 2005, estando el expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, como ministro de Defensa del Gobierno de Zapatero.
Según el diario madrileño, Rebazve Holding Ltd. ya no representa a los astilleros públicos españoles en Venezuela. El escándalo de las comisiones, que suma cuatro imputados -entre ellos los expresidentes de Navantia y del Instituto Nacional de Industria-, ha roto recientemente la relación entre la empresa pública española y el comisionista venezolano.
La venta de ocho patrulleros se cerró en noviembre de 2005 al más alto nivel. Intervinieron directamente el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministro de Defensa, José Bono. Un año antes, el ya fallecido Hugo Chávez visitó España para, entre otros asuntos, tratar el encargo de los buques, un enorme contrato de 1.245 millones de euros. En aquella ocasión Chávez visitó Toledo y protagonizó algunas anécdotas que todavía se recuerdan. Detrás había algo más que anécdotas.
Según ABC, entre el séquito que acompañaba al presidente venezolano estaba su compatriota Juan Rafael Carvallo, el administrador de Rebazve Holding Ltd. Fuentes conocedoras de la operación habrían confirmado que la venta se cerró de estado a estado y la intermediación de Rebazve no fue ni mucho menos fundamental para la consecución del contrato. Pese a ello, la empresa venezolana cobró un 3,5 por ciento del monto global, es decir, 43 millones de euros, una cifra muy superior a la de mercado, según varias fuentes del sector. Carvallo, que administra la compañía junto a su socio Pedro Enrique Malavé, pertenece a la burguesía venezolana que siguió haciendo negocios con la llegada del «chavismo» al poder.
La verdadera labor del intermediario venezolano habría sido el reparto de la «mordida» en España y Venezuela. De hecho, Rebazve contrató a dos españoles a cambio de doce millones de euros: Javier Salas Collantes, presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) entre 1990 y 1995, y su socio Antonio Rodríguez Andía, expresidente de la naviera pública Transatlántica. Ambos están imputados por delito fiscal y tráfico de influencias. Salas Collantes había sido en tiempos de Felipe González máximo responsable de los astilleros públicos.
La denuncia partió de la Fiscalía Anticorrupción y recayó en el Juzgado de Instrucción número ocho de Madrid. La juez también ha imputado al expresidente de Navantia, Juan Pedro Gómez Jaén, y al que fuera su director comercial, Jesús Arce. Los acusa de malversación de caudales públicos por aprobar comisiones tan abultadas.
Información completa en www.abc.es
Suscribirse a:
Entradas (Atom)