EL CONFIDENCIAL.COM
DE 260 METROS CUADRADOS,
EN LA CALLE VELÁZQUEZ DE MADRID
Bono
y su hija de 12 años compran un ático de 1,6 millones de euros con vistas al
Retiro
“Querida
amiga, soy José Bono y vengo a vivir con mi hija Sofía a este
edificio”. El ex presidente del Congreso de los Diputados se ha dirigido por
carta a sus nuevos vecinos para presentarse y, de paso, pedir disculpas por las
reformas que está llevando a cabo estos días en la que va a ser, según apunta
él mismo, su nueva vivienda habitual en la capital de España. Un lujoso
ático de 260 metros cuadrados valorado en 1,6 millones de euros y situado
en la calle Velázquez, en el corazón del barrio de Salamanca, a menos de
cien metros del parque del Retiro (como
puede verse en las fotografías).
Bono
compró la vivienda, un noveno piso, hace un mes al conocido peluquero madrileño
Leonardo Straface, dueño de la cadena de peluquerías Leonardo, y la
escrituró en el Registro de la Propiedad de Madrid el pasado 12 de junio a su
nombre y el de su hija Sofía Bono Rodríguez, de 12 años y que, pese a ser
menor de edad, ya es propietaria también de otro local comercial de la joyería
Tous en el centro de Albacete. El ático tiene una superficie de 260 metros
cuadrados y alcanza un valor en el mercado de, como mínimo, 1,6 millones de
euros. El metro cuadrado en esa ‘milla de oro de Madrid’ tiene un precio
base de 6.262 euros, aunque ni el político socialista ni el anterior
propietario de la vivienda han querido comentar a El Confidencial el
precio final de la transacción.
El
nuevo ático de Bono está situado en un bloque construido en el año 1961 por el
que también han pasado otros vecinos ilustres como el deportista del Real
Madrid, Ricardo Izecson dos Santos Leite, Kaká, que lo eligió como
su primera vivienda nada más aterrizar en el Real Madrid y en el que vivió
durante unos meses antes de mudarse al complejo de La Finca. El
piso era propiedad de su amigo, el también futbolista brasileño Ronaldo
Nazario de Lima.
El
exclusivo piso de Bono tiene, a su vez, dos cargas hipotecarias heredadas del
anterior propietario que el político manchego ha subrogado a su favor. Una, en Caja
General de Ahorros de Canarias para responder de 501.965 euros y 79.122
euros de intereses de demora más 150.589 euros para costas y gastos.
Y otra en la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa), en
garantía del pago del saldo resultante de la liquidación de un crédito, hasta
la cantidad de 212.500 euros.
El
ex presidente del Congreso está llevando una profunda reforma de la vivienda
por lo que el edificio es, en estos días de verano, un constante ir y venir
de albañiles. Motivo por el que el socialista ya ha pedido disculpas por
adelantado a toda la comunidad, a la que ha enviado una carta personalizada y
muy amigable en la que se presenta y se pone a disposición de sus vecinos para
lo que puedan necesitar.
Amigo
de El Pocero y Rafael Santamaría
El
de la calle Velázquez es solo la última adquisición de un largo patrimonio por
el que José Bono ya ha tenido que dar explicaciones ante el Tribunal Supremo
por lo abultado de sus propiedades. La denuncia presentada hace dos años por el
Partido Popular ante la Fiscalía General del Estado a raíz de las informaciones
publicadas en diferentes medios de comunicación llevaron a Bono a vivir el
momento más complicado de su larga trayectoria política. Una situación de la
que, sin embargo, salió indemne y que fue archivada por el Alto Tribunal al no
apreciar indicio de delito.
La
Fiscalía rechazó así, aun sin investigar el fondo del asunto, que la estrecha
relación que unió a Bono con constructores como Francisco Hernando, El
Pocero, y Rafael Santamaría se pudiera calificar de cohecho,
pese a que las revelaciones de El Confidencial, La Gaceta, El País
o Público, y que el PP adjuntó en su denuncia, sugerían que el político
socialista se benefició económicamente de su amistad con ellos.
Así,
Santamaría regaló a Bono dos caballos para su hípica valorados en más de
200.000 euros. Ambos animales de competición fueron registrados a nombre de
Rafael Hoteles S.A., pero permanecieron en la hípica del presidente del
Congreso para el disfrute de su hijo, José Bono Rodríguez, jinete
profesional. Uno de estos caballos, el Farceur du Haul, fue adquirido por un
estrecho colaborador de Bono
a quien éste entregó 100.000 en billetes de 500, envueltos en papel de
periódico.
La
amistad con Santamaría se tradujo también en diversos regalos para la casa
familiar de los Bono en Olías del Rey, como la decoración del dormitorio de la
hija menor, Sofía. El empresario también fue generoso con los dos áticos de
lujo en Estepona adquiridos por el matrimonio gracias a una permuta con un piso
de menor valor en la madrileña colonia de Mirasierra. Por todo ello, el PP
reclamó a la Junta de Castilla-La Mancha información sobre la ciudad del AVE en
Valdeluz, donde el dueño de Reyal promueve 10.000 viviendas próximas a la
parada del tren de alta velocidad.
De
hecho, hasta el Tribunal de Cuentas denunció
en un informe el cúmulo de irregularidades de todo tipo en las
recalificaciones y licencias urbanísticas detectadas en la gestión del
Ayuntamiento de Seseña, en donde El Pocero levantó su
macro-urbanización. El informe, de 330 páginas, subrayaba que el Gobierno
castellanomanchego, presidido entonces por Bono y, después, por el también
socialista José María Barreda, no
cumplió con su obligación de hacer cumplir la ley en el municipio de
Seseña, icono de la burbuja inmobiliaria y de la construcción descontrolada sin
garantía de abastecimiento de servicios básicos, como el agua.
Un
abultado patrimonio que sigue creciendo
Además
de los citados apartamentos en Estepona, valorados en unos 925.000 euros,
y de la casa familiar en Olías del Rey (Toledo), el patrimonio de Bono incluye
también su finca y casa de Salobre, herencia de sus padres, y un apartamento
en El Campello, Alicante, cuya existencia Bono tuvo que reconocer solo
después de que fuera revelada por La Gaceta y que compró por 354.600
euros. Además, en diciembre del 2009 regaló a su hijo otro piso de 160 metros
cuadrados situado en la calle San Justo, en pleno barrio de Los Austrias,
valorado en 440.000 euros.
Por
último, a través de la sociedad de Ahorros Familiares SAJA, participada por
Bono, su
ex mujer, Ana Rodríguez, y sus hijas, es propietario de otro
lujoso ático en la calle Ayala de Madrid, adquirido también en 2009, y cuyo
valor de mercado ronda también el millón de euros.