viernes, 20 de julio de 2012

20 DE JULIO DE 2012


EL CONFIDENCIAL.COM

DE 260 METROS CUADRADOS, EN LA CALLE VELÁZQUEZ DE MADRID
Bono y su hija de 12 años compran un ático de 1,6 millones de euros con vistas al Retiro


Daniel Forcada - Sígueme en  Twitter  20/07/2012   (06:00h)
 
“Querida amiga, soy José Bono y vengo a vivir con mi hija Sofía a este edificio”. El ex presidente del Congreso de los Diputados se ha dirigido por carta a sus nuevos vecinos para presentarse y, de paso, pedir disculpas por las reformas que está llevando a cabo estos días en la que va a ser, según apunta él mismo, su nueva vivienda habitual en la capital de España. Un lujoso ático de 260 metros cuadrados valorado en 1,6 millones de euros y situado en la calle Velázquez, en el corazón del barrio de Salamanca, a menos de cien metros del parque del Retiro (como puede verse en las fotografías).
Bono compró la vivienda, un noveno piso, hace un mes al conocido peluquero madrileño Leonardo Straface, dueño de la cadena de peluquerías Leonardo, y la escrituró en el Registro de la Propiedad de Madrid el pasado 12 de junio a su nombre y el de su hija Sofía Bono Rodríguez, de 12 años y que, pese a ser menor de edad, ya es propietaria también de otro local comercial de la joyería Tous en el centro de Albacete. El ático tiene una superficie de 260 metros cuadrados y alcanza un valor en el mercado de, como mínimo, 1,6 millones de euros. El metro cuadrado en esa ‘milla de oro de Madrid’ tiene un precio base de 6.262 euros, aunque ni el político socialista ni el anterior propietario de la vivienda han querido comentar a El Confidencial el precio final de la transacción.
El nuevo ático de Bono está situado en un bloque construido en el año 1961 por el que también han pasado otros vecinos ilustres como el deportista del Real Madrid, Ricardo Izecson dos Santos Leite, Kaká, que lo eligió como su primera vivienda nada más aterrizar en el Real Madrid y en el que vivió durante unos meses antes de mudarse al complejo de La Finca. El piso era propiedad de su amigo, el también futbolista brasileño Ronaldo Nazario de Lima.
El exclusivo piso de Bono tiene, a su vez, dos cargas hipotecarias heredadas del anterior propietario que el político manchego ha subrogado a su favor. Una, en Caja General de Ahorros de Canarias para responder de 501.965 euros y 79.122 euros de intereses de demora más 150.589 euros para costas y gastos. Y otra en la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa), en garantía del pago del saldo resultante de la liquidación de un crédito, hasta la cantidad de 212.500 euros.
El ex presidente del Congreso está llevando una profunda reforma de la vivienda por lo que el edificio es, en estos días de verano, un constante ir y venir de albañiles. Motivo por el que el socialista ya ha pedido disculpas por adelantado a toda la comunidad, a la que ha enviado una carta personalizada y muy amigable en la que se presenta y se pone a disposición de sus vecinos para lo que puedan necesitar.
Amigo de El Pocero y Rafael Santamaría
El de la calle Velázquez es solo la última adquisición de un largo patrimonio por el que José Bono ya ha tenido que dar explicaciones ante el Tribunal Supremo por lo abultado de sus propiedades. La denuncia presentada hace dos años por el Partido Popular ante la Fiscalía General del Estado a raíz de las informaciones publicadas en diferentes medios de comunicación llevaron a Bono a vivir el momento más complicado de su larga trayectoria política. Una situación de la que, sin embargo, salió indemne y que fue archivada por el Alto Tribunal al no apreciar indicio de delito.
La Fiscalía rechazó así, aun sin investigar el fondo del asunto, que la estrecha relación que unió a Bono con constructores como Francisco Hernando, El Pocero, y Rafael Santamaría se pudiera calificar de cohecho, pese a que las revelaciones de El Confidencial, La Gaceta, El País o Público, y que el PP adjuntó en su denuncia, sugerían que el político socialista se benefició económicamente de su amistad con ellos.
Así, Santamaría regaló a Bono dos caballos para su hípica valorados en más de 200.000 euros. Ambos animales de competición fueron registrados a nombre de Rafael Hoteles S.A., pero permanecieron en la hípica del presidente del Congreso para el disfrute de su hijo, José Bono Rodríguez, jinete profesional. Uno de estos caballos, el Farceur du Haul, fue adquirido por un estrecho colaborador de Bono a quien éste entregó 100.000 en billetes de 500, envueltos en papel de periódico.
La amistad con Santamaría se tradujo también en diversos regalos para la casa familiar de los Bono en Olías del Rey, como la decoración del dormitorio de la hija menor, Sofía. El empresario también fue generoso con los dos áticos de lujo en Estepona adquiridos por el matrimonio gracias a una permuta con un piso de menor valor en la madrileña colonia de Mirasierra. Por todo ello, el PP reclamó a la Junta de Castilla-La Mancha información sobre la ciudad del AVE en Valdeluz, donde el dueño de Reyal promueve 10.000 viviendas próximas a la parada del tren de alta velocidad.
De hecho, hasta el Tribunal de Cuentas denunció en un informe el cúmulo de irregularidades de todo tipo en las recalificaciones y licencias urbanísticas detectadas en la gestión del Ayuntamiento de Seseña, en donde El Pocero levantó su macro-urbanización. El informe, de 330 páginas, subrayaba que el Gobierno castellanomanchego, presidido entonces por Bono y, después, por el también socialista José María Barreda, no cumplió con su obligación de hacer cumplir la ley en el municipio de Seseña, icono de la burbuja inmobiliaria y de la construcción descontrolada sin garantía de abastecimiento de servicios básicos, como el agua.
Un abultado patrimonio que sigue creciendo
Además de los citados apartamentos en Estepona, valorados en unos 925.000 euros, y de la casa familiar en Olías del Rey (Toledo), el patrimonio de Bono incluye también su finca y casa de Salobre, herencia de sus padres, y un apartamento en El Campello, Alicante, cuya existencia Bono tuvo que reconocer solo después de que fuera revelada por La Gaceta y que compró por 354.600 euros. Además, en diciembre del 2009 regaló a su hijo otro piso de 160 metros cuadrados situado en la calle San Justo, en pleno barrio de Los Austrias, valorado en 440.000 euros. 
Por último, a través de la sociedad de Ahorros Familiares SAJA, participada por Bono, su ex mujer, Ana Rodríguez, y sus hijas, es propietario de otro lujoso ático en la calle Ayala de Madrid, adquirido también en 2009, y cuyo valor de mercado ronda también el millón de euros.

martes, 10 de julio de 2012

Por atacar a Cospedal en Almagro justifican lo de Bono en Talavera

http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo_opinion.asp?idarticulo=112853&idfirma=&lugar=&ant=

Ha tenido que pasar un cuarto de siglo para que el PSOE acabe reconociendo la legitimidad de los ciudadanos en su "presión social" contra José Bono en Talavera en los años ochenta. Lo han hecho con su profusión de declaraciones despectivas hacía la presidenta regional cuando inauguraba el Festival Internacional de Teatro de Almagro. Un grupo de indignados -según quién mande- arrearon contra ella, y sin pensarlo, justificaban en ese mismo instante el desencajamiento de José Bono Martínez en Talavera cuando otra presión social le dejó el coche y la dignidad para el chapista.

Pero hay diferencias sustanciales. En Almagro, un grupo organizado de abigarrados individuos –e individuas- protestaban por los recortes económicos que persiguen acabar con el abuso de tantos años; en Talavera se protestaba por el hartazgo ciudadano de ver a políticos asistir a dar el pésame por los asesinados de ETA. En Almagro había, entre los recios manifestantes, dirigentes de instituciones públicas que representan a todos; en Talavera eran simples ciudadanos dispuestos a secundar a la Guardia Civil y sus familias.

En Talavera no había recortes. Había una familia de la Benemérita con niños asesinados en el cuartel de Zaragoza. Y había indignación –muchos años antes del 15M- por la actitud político-comprensiva hacia los terrorista que ahora mismo muestra el no menos socialista Pachi López. En Almagro había un colectivo de beneficiarios del socialismo de Bono y Barreda armando gresca por la exigencia de sacrificios.

Los de Talavera clamaban por la vida de la gente que se dedica a proteger la del resto. En Almagro se formó un festolín progresista para resaltar la gravedad de la situación, que en su opinión no es que se haya dilapidado el esfuerzo de los ciudadanos traducido en dinero, sino que a ellos les recorten sus salarios.

Efectivamente, hablar de dinero es una ordinariez, mientras que identificarse con el dolor de los demás es el gesto humano más sensible. En Almagro hablaban de lo primero, en Talavera hace un cuarto de siglo de lo segundo.

Y he aquí la última diferencia. Insultar a Cospedal ha salido gratis en Almagro, presionar a Bono les costó a muchos en Talavera pasar por el juzgado.